El líder del Partido Colorado, Pedro Bordaberry, se arrepintió públicamente por insinuar que el Frente Amplio no entregaría el poder en caso de perder las presidenciales de 2012. “Me pasé media rosca de más”, reconoció el hijo del dictador. Durante varios días, desde el presidente, pasando por senadores, diputados, ediles y militantes, todos coincidieron en las críticas a los dichos del senador colorado. “Tenemos derecho a dudar”, había deslizado en su columna escrita. José Mujica dijo que pensar que no entregaría el poder era un disparate. Su correligionario, José Amorim, reconoció que si bien había diferencias con el FA, de ninguna manera se podía hablar de un golpe de Estado. “Uruguay no va en esa dirección”, declaró. El senador del Partido Nacional Jorge Larrañaga dijo que no es dable una hipótesis de esa naturaleza. Bordaberry pidió disculpas si ante su análisis algún integrante de la fuerza de gobierno se sintió ofendido. “No debí haber llevado el razonamiento lógico tan lejos”, dijo. Además, reconoció que el FA acataría la decisión soberana, inclusive en la derrota. “El que se equivoca y no lo reconoce se equivoca dos veces. No soy infalible”, admitió Bordaberry.