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La Unión Europea y Rusia son dos de los patrocinadores de la Hoja de Ruta para Medio Oriente, además de Estados Unidos y la ONU. Por eso Francia, Alemania y Rusia se congratularon ayer por la decisión de la dirigencia israelí. En una visita relámpago a Jerusalén, el ministro de Relaciones Exteriores francés, Dominique de Villepin, declaró que “Israel tomó una decisión importante”. También dijo que “hay una nueva oportunidad para la paz” y que la alternativa a este plan “no es el statu quo sino más bien el abismo”. Pero la visita de Villepin a Israel no fue muy distendida: cuando el premier israelí Ariel Sharon supo que el francés también iba a reunirse con el líder palestino, Yasser Arafat, no quiso recibirlo. Después de los últimos atentados palestinos, el gobierno israelí ordenó que cualquier responsable extranjero que visite a Arafat sería boicoteado por Israel. Así que Villepin tuvo que conformarse con ver a Silvan Shalom, el ministro de Relaciones Exteriores israelí.
Mientras, el jefe de la diplomacia alemana, Joschka Fischer, indicó que la aprobación de Israel es “un paso importante” para la creación de dos Estados que tendrán que convivir pacíficamente. “Ahora es decisivo que las dos partes apliquen el plan consecuentemente”, subrayó en un comunicado de su ministerio. Y agregó que, junto a “sus socios europeos, el gobierno alemán garantizará todo respaldo posible” para el proceso de paz. En Moscú, el vocero del ministerio de Relaciones Exteriores felicitó a Israel por aprobar la “Hoja de ruta”. Consideró “esencial” que por primera vez en la historia, el gobierno israelí esté oficialmente de acuerdo con “el derecho de los palestinos a crear su propio Estado soberano”.