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En el primer día del nuevo gobierno volverá a haber piquetes en el Puente Pueyrredón; como todos los 26 de cada mes, las organizaciones de desocupados van a expresar en el puente un reclamo de justicia por los asesinatos de Darío Santillán y Maximiliano Kosteki, de los que hoy se cumplen once meses. La medida comenzará al mediodía y por la tarde algunas agrupaciones tienen previsto marchar a la Plaza de Mayo y la Municipalidad por el desalojo de Brukman. Simultáneamente con la protesta en Avellaneda, las trabajadoras de la textil cortarán la avenida Rivadavia en Once para movilizarse al centro.
Los piqueteros habían evaluado inicialmente recibir al gobierno de Néstor Kirchner con una demostración de fuerza que incluyera bloqueos a todos los accesos a la Capital, pero finalmente descartaron la idea. Si bien la mayoría de los dirigentes dicen “no esperar mucho” de la próxima administración, entienden que en la calle “hay expectativas de cambio” y no quieren ponerse en contra del clima social.
“Tenemos que dar un tiempo y ver cómo avanzan en la gestión”, sintetizó uno de los consultados.
La asunción de Kirchner ensanchó las diferencias de criterio al interior del movimiento social, donde hay toda una escala de posturas, desde los más cercanos al PJ, a los que les interesa integrarse a la gestión (como la FTV de Luis D’Elía, que aspira a ocupar cargos “en áreas vinculadas con la Tierra y Vivienda”) hasta los que consideran que el nuevo gobierno tendrá un cariz “autoritario y represivo” y quieren referenciarse como los primeros opositores, como es el caso del Polo Obrero (PO).
De todas maneras, el abanico entero de las organizaciones pidió (o va a hacerlo en la semana) audiencias al Ejecutivo y, a excepción del sector de D’Elía, anunció actividades para acompañar sus pedidos.
u El MTD Aníbal Verón, al que pertenecían Santillán y Kosteki, cortará el puente con una convocatoria centrada en el pedido de justicia por los crímenes. Quieren plantear que la investigación por la represión se congeló en los efectivos policiales pero no avanzó sobre las responsabilidades políticas.
u Aunque sin coordinación con los anteriores, al puente también va a movilizarse el Bloque Piquetero. Las organizaciones de desocupados de los partidos de izquierda se reunieron durante la semana pasada para acordar una estrategia común. En principio, definieron moverse juntos si les conceden una entrevista y preparar una protesta fuerte para mediados de junio. El Movimiento Territorial de Liberación (PC), el Polo Obrero, Barrios de Pie (Patria Libre), la CTD Aníbal Verón (Quebracho), el Movimiento de Raúl Castells y otras agrupaciones más chicas son los que participan de este espacio.
u El Movimiento Teresa Vive (los piqueteros del MST) irá hoy a la Plaza de Mayo. Castells y Barrios de Pie lo harán el miércoles.
¿Qué agenda buscan establecer con los nuevos funcionarios? Los puntos comunes son el aumento al doble en el monto de los planes de empleo, para llevarlos de 150 a 300 lecops, y la extensión del seguro a los jóvenes y ancianos sin ingresos. La mayoría tiene además interés en participar en el plan de obras públicas anunciado para generar empleo genuino, mientras no implique una precarización del empleo.
Después hay matices. Para D’Elía (FTV), “los ejes a discutir son el hambre, la creación de trabajo estable y la apertura de mayores espacios de democracia”. Su socio Juan Carlos Alderete, de la Corriente Clasista y Combativa, puso el acento en un reclamo de apoyo para reabrir fábricas en manos de los trabajadores, un punto que habían anunciado tras la reunión de la FTV–CCC con el ex presidente Eduardo Duhalde pero que “no se cumplió”. Las organizaciones de La Matanza habían dejado de hacer cortes conjuntos, pero ahora podrían concurrir en un mismo frente a hablar con Kirchner.
Para Beto Ibarra (MTL, Bloque Piquetero) los temas prioritarios del conflicto social serán el rechazo a las políticas del FMI y el apoyo a los microemprendimientos productivos de los desocupados. También siguen con preocupación la judicialización del conflicto social, ya que 53 de sus militantes fueron procesados recientemente en Bahía Blanca por cortar la ruta. Y en Salta está el caso de Pepino Fernández, quien todavía no recuperó la libertad.
Aunque difícilmente vayan a expresarlo en público, la evaluación más extendida es que el perfil de Kirchner, en comparación con el de Menem, va a dar más aire a las agrupaciones que son todavía incipientes para organizarse. El gran temor es que los índices de pobreza y desocupación se naturalicen y se genere un consenso como si no hubiera derecho al reclamo. “En estos días vemos cómo (el diario) La Nación aprieta al Gobierno, pero si nosotros saliéramos a movilizarnos nos acusarían de estar socavando la institucionalidad”, señaló Juan Cruz D’Afunccio (MTD Aníbal Verón). El cambio de gobierno empieza a reactivar también el debate sobre cómo reconvertir los planes de asistencia en trabajo real, uno de los problemas más difíciles de sostener dentro de las organizaciones piqueteras.