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Desde Quito

En la oposición van como candidatos algunos viejos rostros así como outsiders. Segundo en los sondeos, bastante por detrás de Correa, se ubica el candidato de la derecha Guillermo Lasso, ex presidente del Banco de Guayaquil y fundador de la ONG Ecuador Libre, un articulador del empresariado anticorreísta. En tercer lugar en intenciones de voto, quiere dar nuevamente pelea Lucio Gutiérrez, ex coronel y quien debió abandonar el palacio presidencial Carondelet en 2005 presionado por masivas protestas callejeras. Y en cuarto lugar aparece el eterno candidato, el hombre más rico de Ecuador, Alvaro Noboa. También se presentan en la contienda de mañana un pastor evangélico homofóbico, un intelectual de izquierda y un abogado sin pergaminos políticos.

Las encuestas señalan a Correa como favorito para obtener un nuevo período de cuatro años, pero sus rivales las desoyen y machacan con sus slogans. Como Lasso, cuyo slogan del partido CREO es “Ya viene el otro Ecuador”. Lasso ha prometido eliminar nueve impuestos fijados por el gobierno actual, reducir el gasto público y firmar acuerdos comerciales. En su currículum figura que ocupó el cargo de ministro de Economía durante la presidencia de Jamil Mahuad, quien fue derrocado en 2000 en medio de una grave crisis bancaria que derivó en la dolarización y en un congelamiento de depósitos. Lasso niega haber tenido algo que ver con la debacle.

Otra cara de la historia reciente de Ecuador es la de Lucio Gutiérrez. Asumió en 2003 con un amplio apoyo de los pueblos originarios –quienes después se sentirían traicionados– y fue destituido por el Congreso en 2005 en medio de una revuelta popular conocida como “rebelión de los forajidos”, integrada en su mayoría por la clase media de Quito, que lo acusó de corrupción y nepotismo. Ex coronel, líder del partido populista Sociedad Patriótica, y a quien varios sondeos ubican tercero, usa el slogan “con la fuerza del pueblo, Lucio Presidente”, se presentó en las elecciones de 2009 y quedó segundo. Gutiérrez niega haber instigado el intento de golpe contra Correa del 30-S de 2010.

El magnate bananero Alvaro Noboa, líder del partido Prian, no se da por vencido. Esta es la quinta vez que presenta su candidatura. En dos de ellas ya enfrentó a Correa, en 2006 y 2009. Su campaña recibió advertencias del Consejo Nacional Electoral por la entrega de dádivas. Noboa está al frente de un emporio bananero que carga con acusaciones de evasión impositiva y explotación laboral.

A todo esto, un ex ministro de Energía y ex presidente de la Asamblea Nacional Constituyente durante el gobierno de Correa también apuesta a ganar la elección. La candidatura de Alberto Acosta es impulsada por sectores de izquierda opositores como el movimiento Pachakutik, brazo político de los indígenas. Y si de candidaturas atípicas se trata, está la del pastor evangélico Nelson Zavala, quien llama “pecadores trastornados” a los homosexuales, razón por la cual el Consejo Electoral le abrió un proceso que podría derivar en la suspensión de los derechos políticos. Zavala se postula en lugar del ex mandatario Abdalá Bucaram, quien reside en Panamá y cuya candidatura fue rechazada por la Justicia Electoral.

Otro de los postulantes es el ex concejal de Quito y antiguo aliado del gobierno, Norman Wray, quien lidera un movimiento llamado Ruptura 25. La lista se completa con un outsider, quien hasta hace un año vivía fuera de Ecuador. Se llama Mauricio Rodas, es abogado y trabajó como asesor de la Comisión Económica para América latina y el Caribe.