Mientras miles de refugiados continuaban cruzando la frontera entre Hungría y Austria, Alemania decidió ayer volver a poner en funcionamiento los controles fronterizos de forma temporal e interrumpir la llegada de trenes desde Austria para frenar la ola de refugiados. El ministro alemán del Interior, Thomas de Maizière, explicó que la medida adoptada responde a motivos de seguridad y que rige de momento para el límite con Austria. El funcionario señaló que la decisión fue consultada con el gobierno de Viena. Asimismo, cuenta con el respaldo de los jefes de gobierno de los estados federados, que habían dado la voz de alarma que estaban al límite de su capacidad a consecuencia de la decisión de Berlín de permitir el fin de semana pasado que llegasen al país sin ser registrados miles y miles de refugiados que habían quedado atrapados en Hungría.

En tanto, unas 1500 personas cruzaron la frontera entre Hungría y Austria y se encuentran en la localidad fronteriza de Nickelsdorf, informó la policía austríaca. Las autoridades creen que la llegada de refugiados seguirá sin pausa en los próximos días, porque los migrantes están tratando de cruzar antes del próximo martes, cuando Hungría empezará a perseguir penalmente (con hasta tres años de cárcel) a todos los que entren de manera ilegal a su territorio. Hasta ahora el cruce ilegal era considerado falta, no delito. La policía austríaca esperaba a lo largo del día la llegada de entre 6000 y 8000 personas. Los refugiados son llevados en primer término a Viena en trenes y autobuses y la mayor parte de ellos sigue viaje a Alemania.

Ante la entrada en vigor de la nueva ley en Hungría, miles de personas se apresuran a cruzar la frontera desde Serbia. El sábado 6000 refugiados emprendieron el camino hacia Kanjiza, cerca de la frontera con Hungría, informó ayer el alcalde de la localidad, Robert Lacko. Según cifras oficiales, el sábado llegaron a Hungría un total de 4330 personas, un nuevo record para un solo día. Durante la noche se sumaron otros 1604 refugiados más, informó la policía de Budapest. La policía austríaca rescató ayer a 42 refugiados que se encontraban en el vehículo de un supuesto traficante de personas, informó la agencia de noticias austríaca APA.