Martes, 24 de noviembre de 2015 | Hoy
EL MUNDO › EN UN TACHO DE BASURA EN MONTROUGE
Un cinturón con explosivos con las mismas características de los utilizados en los atentados de París de este mes fue encontrado ayer en un tacho de basura en el barrio de Montrouge, al sur de la capital francesa, no lejos de donde se halló el teléfono celular del fugitivo más buscado por los ataques, informaron medios franceses.
Las fuerzas del orden establecieron un cordón de seguridad en torno del punto en el que fue localizado ese dispositivo, informó la radio France Info, que afirmó que el cinturón llevaba una carga en la parte delantera, la que va junto al vientre, y otra en la trasera, la que va en la espalda.
Agentes de la Policía Judicial y de la Policía Científica que se desplazaron a la comuna de Montrouge debían establecer si esas cargas se podían activar, es decir, si representaban un peligro, agregó el informe de la emisora.
Una fuente policial informó a la cadena local France 24 que no encontraron un detonador junto al cinturón de explosivos, que sin embargo tiene “la misma configuración” de los que usaron seis de los atacantes del 13 de noviembre para hacerse volar por los aires y matar a 130 personas en París. Según informó el canal de noticias francés BFMTV, el cinturón encontrado ayer contenía trozos de metal y el mismo tipo de explosivo de los otros seis que sí fueron activados hace dos semanas.
Montrouge es uno de los escenarios de la investigación de los ataques porque el teléfono celular de Salah Abdeslam –el hombre más buscado por su implicación en los atentados– fue localizado en la vecina comuna de Chatillon, no lejos del lugar donde ayer se encontró el cinturón de explosivos, la noche del día 13.
Abdeslam fue recogido en Barbès, un barrio del norte de París, por dos conocidos que lo llevaron ya de madrugada a Bruselas. Los dos se encuentran detenidos en Bélgica y han contado a la policía que el presunto jihadista también había llevado un cinturón de explosivos (ver página 26).
La noche de los atentados, tres extremistas se hicieron saltar por los aires con cinturones de explosivos –en los que se habían añadido tuercas para causar más daño– en las afueras del Stade de France, donde se disputaba el partido amistoso Francia-Alemania. También utilizaron esos dispositivos para dar muerte a tres miembros de otro comando que actuó en la sala de conciertos Le Bataclan, donde mataron a 89 personas e hirieron a más de 200.
Brahim Abdeslam –hermano de Salah–, que estaba en el comando que tiroteó varias terrazas de bares y restaurantes al este de la plaza de la República de París, también llevaba un cinturón de explosivos que activó para suicidarse. Una teoría es que Abdeslam habría intentado inmolarse con el explosivo, pero desistió del plan o el cinturón tuvo algún problema técnico.
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