La Bolsa española se desplomó ayer debido a la incertidumbre generada tras las elecciones generales del domingo, que dejaron al país peninsular en el aire, sin poder formar un nuevo gobierno. Los mercados penalizaron las vacilaciones políticas con una caída del 3,62 por ciento de la bolsa de Madrid, que cerró en 9365,80 puntos, en lo que fue la peor sesión desde septiembre. Los analistas señalaron que los valores más afectados, además de las entidades bancarias, fueron los de las empresas más dependientes del Estado, cuyo gobernabilidad es incierta en los próximos meses. En un informe, la agencia de calificación crediticia Fitch mostró su temor a que esta situación conlleve una relajación en la política de reducción del déficit o la revocación de algunas de las reformas estructurales llevadas a cabo por el gobierno conservador de Mariano Rajoy. “La composición del nuevo parlamento pone muy difícil la gobernabilidad del país”, comentó el analista de IG Markets, Daniel Pingarrón, para quien la opción de que se convoquen nuevas elecciones, ante el predominio de la inestabilidad, se está cotizando en alza. Para Pingarrón, de esta forma, el Ibex35 tiene hoy un gap (diferencia) del 3 por ciento respecto a otros selectivos europeos.