EL MUNDO › OPINION

A quién beneficia una guerra civil

Por Robert Fisk *

Extraño ¿no es verdad? Nunca hubo una guerra civil en Irak. Nunca escuché una sola palabra de animosidad entre los sunnitas y los chiítas en Irak. Al-Qaida jamás murmuró una amenaza contra los chiítas, aunque Al-Qaida es una organización de sunnitas solamente. Sin embargo, durante semanas, las autoridades de la ocupación estadounidense nos han estado advirtiendo sobre una guerra civil, hasta exhibieron una carta que se dice que fue escrita por un agente de Al-Qaida, apoyando el conflicto sunnita-chiíta. Normalmente, los periodistas en su sano juicio han tomado este tema con entusiasmo. Guerra civil. De alguna manera no lo creí.
No, no creo que los estadounidenses estuvieran detrás de la matanza de ayer en Bagdad y Kerbala, a pesar de los gritos de acusación de los sobrevivientes iraquíes. Pero me preocupan los grupos de exiliados iraquíes que piensan que sus propias acciones podrían producir lo que los estadounidenses quieren: el temor a una guerra civil es tan intenso que los iraquíes seguirán cualquier plan que Estados Unidos produzca para la Mesopotamia. Pienso en los franceses de la OAS en Algeria en 1962 detonando bombas entre la comunidad musulmana argelina de Francia. Recuerdo los desesperados esfuerzos de las autoridades francesas para poner a los musulmanes algerianos contra los musulmanes argelinos –el FLN contra la ALN–, que condujo a la muerte de medio millón de almas.
También pienso en Irlanda y las bombas en Dublin, Monaghan y Dundalk en 1974 que, a medida que pasan los años parecen tener lazos más cercanos, vía los paramilitares “leales” protestantes, con elementos del ejército de seguridad británico. Pakistán tiene una historia de conflictos sectarios, de los cuales los británicos, históricamente, no son inocentes, de manera que la matanza en Quetta ayer puede muy bien no estar conectada con Irak.
Pero las bombas en Kerbala y Bagdad estuvieron claramente coordinadas. Detrás de ellas estuvo el mismo cerebro. ¿Fue un cerebro sunnita? Cuando el vocero de los funcionarios de la ocupación sugirió ayer que era obra de Al-Qaida, debe haber sabido lo que estaba diciendo: que Al-Qaida es un movimiento sunnita, que las víctimas eras chiítas. No es que yo crea que Al-Qaida es incapaz de este derramamiento de sangre. Pero me pregunto por qué están los estadounidenses haciendo tanto hincapié en este asunto sunnita-chiíta, por qué quieren enfatizar tanto el peligro de una guerra civil.
Demos vuelta el vaso. Si un movimiento violento sunnita quisiera echar a los estadounidenses de Irak –y hay en realidad un movimiento de resistencia que está luchando muy cruelmente por hacer exactamente eso–, ¿por qué querría poner a la población chiíta de Irak, el 60 por ciento de los iraquíes, contra ellos? Lo último que una resistencia querría es tener a la mayoría de los iraquíes en contra cuando está luchando contra la única superpotencia mundial. De manera que ¿qué pasa con Al-Qaida? Repetidamente, los estadounidenses y la nueva fuerza de policía iraquí entrenada por estadounidenses nos han dicho que los terroristas suicidas eran “extranjeros”. Y pueden serlo. ¿Pero podemos conocer algunos nombres, identidades, nacionalidades?
El secretario de Defensa de Estados Unidos Donald Rumsfeld habló de un centenar de combatientes “extranjeros” entrando a raudales a través de las “porosas” fronteras de Arabia Saudita. La prensa estadounidense ha repetido obedientemente todo esto. Pero ¿quiénes son los terroristas? ¿Dónde están las identidades? ¿De qué países vienen? Y como la policía iraquí sigue anunciando que encontró los pasaportes de los terroristas, ¿nos pueden dar los números de los pasaportes? Estamos entrando en un oscuro y siniestro período de la historia iraquí, en que ocurrirán hechos oscuros y siniestros. Pero una autoridad de ocupación, que debería considerar la guerra civil como la última de las perspectivas que pueda querer contemplar, sigue gritando “guerra civil” en nuestros oídos y me preocupa eso. Especialmente cuando las bombas la tornan verdad.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Celita Doyhambéhère

Compartir: 

Twitter

 
EL MUNDO
 indice

Logo de Página/12

© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina | Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados

Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.