EL MUNDO
La vereda de enfrente
Por E. P.
No todo es “liberal” y progresista en el rock hecho en los Estados Unidos. Si bien una gran mayoría expresa este tipo de opinión –Vote for change es el emergente de esa posición–, hay otros que se paran en la vereda de enfrente. Uno de los casos más conocidos es el de Johnny Ramone, integrante del hoy disuelto grupo The Ramones (muy populares en Argentina, sobre todo en los años ’90 donde repitieron visitas y funciones a lleno en estadios de Buenos Aires). El flequilludo guitarrista siempre dejó en clara su simpatía republicana y redobló la apuesta cuando, en ocasión del ingreso de su banda al Salón de la Fama instituido en el Museo del Rock and Roll de Cleveland, remató su agradecimiento con un patriótico “Dios salve a América, Dios salve a nuestro presidente George Bush”. El otro prominente rockero republicano es Ted Nuggent, guitarrista y cantante de larga trayectoria (famoso por su amor a los autos y la velocidad), quien incluso figura en una lista de potenciales candidatos a senadores. Más joven, otro músico relacionado con determinada iconografía Americana alrededor del rock (velocidad, mujeres, cerveza) es Kid Rock, tal vez más famoso por su actual noviazgo con la pechugona Pamela Anderson que por sus dotes artísticas, quien expresó públicamente su apoyo a la política exterior de George Bush. Un poco más radical desde lo musical, el cantante-poeta-monologuista Henry Rollins pasó a los hechos y desde hace dos años recorre campamentos de tropas del ejército de EE.UU. para brindar su “apoyo” y contribuir al entretenimiento de los soldados lejos de casa. Esta semana, Rollins pasó por Honduras, y anteriormente estuvo en Afganistán e Irak. Mucho más subterráneo es la adhesión de grupos de punk rock, ubicables en el sitio www.rockconservative.com. Desde allí, informan que “somos muchos más, pero en algunos casos, los músicos no expresan públicamente su opinión política por temor a ser discriminados”.