EL MUNDO › POR ATILIO BORON.
Una muy mala noticia
Primero, hubo una torpeza bastante grande en el manejo político de parte de Chávez, desde los comienzos mismos de su gestión; una incapacidad para darle forma y organizar a ese enorme apoyo popular que gozó durante los primeros años de su gestión y que de alguna manera luego se tradujo en un desgranamiento de las bases de su apoyo. En segundo lugar, creo que el tema muy complicado fue el mal manejo de la política económica, una política económica errática, sumamente improvisada, que hacía ensayos y tanteos permanentemente; sin un rumbo muy claro y que al cabo de un tiempo terminó abrazando las directivas del liberalismo que el combatía de modo retórico. En tercer lugar, hay que tener en cuenta la influencia muy importante de las opciones que manejó Chávez en política exterior, que básicamente le alienaron las relaciones con Estados Unidos en unos ejes bastante claros: la tentativa de reanimación de la OPEP y, sobre todo, el haber hecho un acuerdo con dos de los más grandes enemigos que tiene Estados Unidos en Medio Oriente, Irán e Irak; a eso se suma la inoportuna visita de Chávez a Libia, completamente gratuita. Asimismo estuvo la oposición de Chávez a la utilización del espacio aéreo venezolano para facilitar operaciones militares organizadas por Estados Unidos en contra de las FARC en Colombia; el armado del acuerdo para vincular a Venezuela con el Mercosur, la oposición al ALCA que también manifestó Chávez y también el modelo de relaciones comerciales que estableció con Cuba –intercambio de petróleo por médicos–, que irritó muchísimo a Estados Unidos. A eso, hay que agregarle que Estados Unidos desde hacía más de un año hizo grandes esfuerzos por orquestar una gran alianza opositora en donde estaban los empresarios y las centrales sindicales –que son muy parecidas a las de acá, difícilmente baluartes democráticos–. La presión de estos factores en conjunto determinó un deterioro muy grande de la gestión de Chávez y su colapso final. Su caída para América latina es una muy mala noticia, porque uno puede pensar que con esto se inicia un nuevo ciclo de golpes militares en la región y puede tener un efecto de contagio. Me parece que Chávez estaba queriendo hacer una política contraria al neoliberalismo, y de independencia con Estados Unidos, y le salió mal. La idea de Chávez, en principio acordada con Cardoso de buscar una asociación de Venezuela con el Mercosur hubiera fortalecido a ese mercado y con ello a Argentina. Esto acentúa el peso de Estados Unidos en la región y al hacerlo, el papel de instituciones como el FMI va a reforzarse y Argentina va a ver disminuida su capacidad de autodeterminación.