EL MUNDO
Un mal país para ser gay
Los votantes de once estados debían pronunciarse en las elecciones estadounidenses de ayer en favor o no de las leyes contra el matrimonio entre homosexuales, un tema polémico que según se esperaba haría aumentar la participación electoral sobre todo entre votantes conservadores. Los primeros resultados mostraron que en los estados de Oklahoma (sudoeste), Georgia (sur), Kentucky (sur) y Ohio (norte) se aprobaron enmiendas constitucionales que definen el matrimonio exclusivamente como una unión entre un hombre y una mujer. Según las encuestas, se esperaba que las reformas constitucionales contrarias al matrimonio entre personas del mismo sexo se aprobaran en todos los estados donde se las votaba.