EL MUNDO
Un argentino en Belén
Cuando decidió permanecer en la Basílica de la Natividad de Belén, asediada por el ejército israelí desde hace un mes, el seminarista argentino, Carlos Molina, no sabía que no volvería a ver a su padre. Ayer, horas antes de que funcionarios palestinos e israelíes llegaran a un preacuerdo para levantar el cerco sobre el complejo religioso, trascendió que el franciscano habría pedido que le permitieran salir tras enterarse de la muerte de su padre. La orden franciscana indicó que estaba negociando la salida de Molina, uno de los 19 religiosos de esa orden, para que pudiera viajar a la Argentina porque es hijo único. Ayer, los religiosos se encontraban sin comida por cuarto día consecutivo, según fuentes de dicha orden. Los religiosos se encuentran junto a 123 palestinos desde el pasado 2 de abril, cuando el ejército israelí invadió Belén.