EL MUNDO › TARSO GENRO, LIDER DEL PT
“Lula no sabía”
Por F. R. *
Desde San Pablo
Tarso Genro, de 58 años, afronta un tremendo desafío por encargo del presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva. Como presidente provisional del Partido de los Trabajadores (PT) desde comienzos de julio, tiene que limpiar la imagen de un partido seriamente golpeado por la corrupción. Hay que refundar el PT, dice Genro, que fue ministro de Educación y adquirió notoriedad como alcalde de la ciudad de Porto Alegre, capital del estado de Rio Grande do Sul, a lo largo de las distintas ediciones del Foro Mundial Social.
–El prestigio del PT está seriamente cuestionado. ¿Y el del presidente de la república?
–El prestigio del presidente continúa alto. Hasta ahora no se ha visto afectado.
–¿Debería presentarse a la reelección en las presidenciales de 2006?
–Creo que tiene que esperar a discutir esta cuestión a final del año.
–Si Lula no es el candidato, el PT la pasará muy difícil en las próximas presidenciales.
–Será extremadamente difícil, pero nunca tuvimos una situación tan difícil como ésta.
–En su condición de presidente del PT, ¿cómo explica al mundo que el suyo no es un partido corrupto?
–El PT no es un partido corrupto. Es un partido que tiene, como todas las comunidades organizadas, lo bueno y lo malo de la sociedad. Tiene que mostrar de cara al futuro que tendrá controles más duros ante comportamientos como éstos. Así demostrará que no es un partido corrupto. Esto no está en nuestro origen ni pertenece a nuestra cultura.
–Usted ha dicho que ha llegado la hora de cambiar la política económica del gobierno.
–Mi posición es que la política económica del gobierno ya cumplió un ciclo virtuoso de estabilidad, y que ahora tenemos que trabajar por una cierta transición para bajar las tasas de interés y para conseguir que el superávit primario no sea tan exagerado. Se trata de iniciar un proceso de transición de manera no espectacular, para adecuar la política económica a una situación en la que ya se conquistó la estabilidad.
–¿Será eso posible con el presidente Lula y el ministro de Economía, Antonio Palocci, defensores a ultranza de la ortodoxia económica?
–Creo que en medio de una crisis política esta cuestión no debe tratarse de una manera apresurada. Tiene que ser un proceso pensado, para que no se entienda cualquier cambio como una respuesta demagógica a la crisis.
–Pero la política económica del gobierno de Lula es valorada como una garantía de estabilidad de Brasil.
–La estabilidad ya se conquistó, se trata ahora de que no se convierta en un elemento de paralización.
–¿Por qué tardó tanto la comisión ejecutiva del PT en hacer una autocrítica?
–Porque era necesario conocer el alcance de los daños provocados por esta situación originada por la estructura de poder anterior. Todavía no está todo esclarecido. Fue un conjunto de hechos que se aceleraron que nos dejaron bastante atónitos. Los miembros de la dirección provisional que actualmente coordina el partido no teníamos la más mínima idea de los escándalos que fueron revelados por la prensa.
–Cuesta creer que ni el presidente de la república ni los dirigentes del partido supieran nada de la corrupción.
–Yo no integraba la comisión ejecutiva del partido. Los miembros que eran de esta comisión y que siguen en ella juran que no sabían nada. Que se formó una estructura de financiación paralela con el señor Delúbio Soares, que asumió y reconoció esta responsabilidad.
–¿Por qué Delúbio Soares, el ex tesorero del PT sobre quien recaen las acusaciones más graves, no ha sido expulsado del partido todavía?
–Porque se está llevando a cabo un proceso regular de investigación, determinado por los estatutos, y porque tenemos que garantizar su derecho a defenderse. Un sector de la prensa pide ejecuciones sumarias de tipo estalinista, que resolverían el problema entregando varias cabezas para su exposición pública, pero no resolverían los problemas reales del partido.
–¿Habrá expulsiones?
–Probablemente sí, varias.
–¿Es posible creer que el presidente de la república no supiera nada?
–El presidente no sabía de esa estructura paralela de financiación. De haberlo sabido, lo habría impedido. En mi opinión, no sabía.
* De El País de Madrid. Especial para Página/12.