EL PAíS › ECONOMISTAS Y FUNCIONARIOS EN LA PRIMERA CHARLA
Un auditorio sin ortodoxos
Por C. S.
Entre el auditorio de economistas y funcionarios medios que escucharon la exposición de Joseph Stiglitz solo hubo señales de aprobación. Al fin y al cabo, pese al sesgo ideológico que suele tener el galardón, el que hablaba era un premio Nobel que desde que abandonó el Banco Mundial en 2000 se dedicó a una sistemática crítica de las políticas impulsadas por los organismos financieros internacionales.
Salvo los economistas de algunos de los principales bancos que operan en la plaza local, no había en el auditorio profesionales adscriptos a la ortodoxia. Además de algunos heterodoxos cercanos al gobierno como Javier González Fraga y Roberto Frenkel, escuchaban atentos algunos integrantes del Plan Fénix y funcionarios intermedios de la administración Kirchner. Finalmente, plagado de referencias a experiencias internacionales exitosas, la exposición de Stiglitz, no hacía más que señalar que el camino a seguir era, sin mayores matices, el elegido por la administración de Néstor Kirchner, no solo en materia de rol del Estado y políticas públicas, sino también en detalles como el tipo de cambio y el control de capitales.
Sobre este último punto el economista jefe de un banco extranjero sostuvo que la defensa del control de capitales realizada por Stiglitz y completada por José Antonio Ocampo, quien se definió como el creador del mecanismo cuando ocupaba el Ministerio de Finanzas de Colombia, estaba muy bien, pero que, de hecho, en la Argentina no existía, una situación evidenciada por los poco más de 10 millones de dólares que por este concepto existen actualmente retenidos. Un economista del Banco Central que compartía la charla aclaró que ello no evitaba su efecto disuasivo. No obstante, reconoció que efectivamente existen muchos mecanismos para eludirlos. Entre ellos destacó las colocaciones de títulos públicos, que no están alcanzadas por la restricción y son el destino del grueso de los capitales especulativos que ingresan del exterior. Algo de esto había insinuado Ocampo en su exposición, cuando detalló que muchos capitales que ingresan como inversión extranjera directa, tampoco alcanzada por la restricción, son en realidad ingresos encubiertos. Otro economista de un banco local agregó que el problema es de identificación, pues lo mismo se repite con el financiamiento comercial, también ajeno a la restricción.
El economista Jorge Gaggero, del Plan Fénix, rechazó lo que llamó la “argentinización” de la figura de Stiglitz. “Todavía se discute si sus críticas a los organismos son oportunistas. Se especula que comenzó a hacerlas cuando supuestamente se enteró de que sería despedido del Banco Mundial, cuando en realidad estamos frente a un debate académico”, reflexionó. Cualquiera sea el caso, se trata de la misma crítica a los organismos que el Gobierno comparte, aunque por ahora nada indique la búsqueda de una quita sobre lo adeudado.