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“Debe explicar por qué dijo lo que dijo.” A través de sus dos espadas mediáticas, los ya famosos Fernández, el Gobierno volvió a poner distancia ante las denuncias de Luis D’Elía sobre Eduardo Duhalde y sus presuntas vinculaciones con la droga. “En lo que a nosotros concierne, las diferencias con Duhalde son muy otras”, dijo ayer el jefe de Gabinete, Alberto Fernández. “Es un daño injusto y de mala fe que no estoy dispuesto a bancármelo”, se quejó, con más vehemencia, el ministro del Interior, Aníbal. Los dichos se sumaron a unas declaraciones previas del ministro de Defensa, José Pampuro, otro ex duhaldista, que también había criticado a D’Elía. Decidido a guardar silencio, el dirigente de la Federación de Tierra y Vivienda (FTV) no quiso contestar. Prometió que no hablará más hasta el final de la campaña.
Las declaraciones de los funcionarios revelaron, por segundo día consecutivo, que el Gobierno decidió mostrar públicamente que no comparte las acusaciones de D’Elía. El primero en mostrar su desacuerdo fue Pampuro, ex secretario privado de Duhalde y médico personal de su familia. “La presentación judicial de D’Elía denunciando ligeramente a un ex presidente de la Nación, vinculándolo con un cartel de la droga, representa una barbaridad y es un hecho que lesiona a la política argentina en momentos en que el país transita por un verdadero cambio”, dijo anteayer Pampuro. Ayer se sumaron Aníbal y Alberto Fernández. Usaron conceptos parecidos, aunque el más duro fue el primero.
“Debe explicar por qué dijo lo que dijo”, advirtió el jefe de Gabinete. “Esto de agarrarse de una situación particular para agredir al doctor Duhalde es una cosa absolutamente injusta. Cuando uno tiene una campaña por delante, los agravios son terribles, porque normalmente lo que buscan es lesionar”, dijo el ministro del Interior. Al igual que ambos funcionarios, aunque desde el duhaldismo, también se pronunció contra D’Elía el intendente de Avellaneda, Baldomero “Cacho” Alvarez. “Debería estar encerrado en prisión o en algún manicomio. Está libre por ampararse en sus fueros después de haber tomado una comisaría, como lo hizo, por la fuerza, con violencia”, cargó contra el líder de la FTV.
Dirigente del PJ bonaerense, donde compartió tribuna con Pampuro y Fernández, el intendente se refería a la ocupación de la comisaría 24ª que D’Elía y 38 vecinos de La Boca protagonizaron el 25 de junio de 2004, en protesta porque la Federal no había detenido al sospechoso del crimen de Martín “Oso” Cisneros, miembro del comedor Los Pibes. Se trataba de Juan Carlos Duarte, un protegido de la 24ª, al que algunos testigos apuntaban como autor del crimen. Por la toma de la seccional, el juez Jorge Urso ordenó la detención de D’Elía y de 38 personas, aunque en el caso del primero –también es diputado provincial– dejó la medida en suspenso. Sin embargo, la sala 1 de la Cámara Federal en lo Criminal y Correccional consideró irregular la decisión de Urso y la anuló.
Tras la resolución de la Cámara, el juez concedió la eximición de prisión a D’Elía y los demás imputados.
Convertido en un protagonista de la campaña, en los próximos días el líder de la FTV intentará salir del centro de la atención pública. Ayer recibió mensajes de parte de Néstor Kirchner –un llamado de Edgardo Depetri, candidato del Frente para la Victoria– que le aconsejaban evitar la exposición mediática. En ésos le transmitieron la opinión directa del Presidente sobre sus últimas acciones y le advirtieron que algunos “medios de comunicación” quieren ubicarlo como “el Barrionuevo de Kirchner”. D’Elía, quien asegura estar recibiendo documentación que dan crédito a sus denuncias, coincidió en que su respuesta debe ser el silencio.