Una comisión gubernamental que llegó sorpresivamente a los megacampos petroleros de Margarita y San Antonio, en el departamento de Tarija, constató que “los medidores han sido alterados y se presta escasa colaboración a las tareas fisca-lizadoras de YPFB Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB)”, según informó la agencia oficial ABI. Esta inspección sorpresa, comandada por el viceministro de Exploración y Producción de Hidrocarburos, Julio Gómez, es la antesala de una misión más amplia, en el marco de la cual más de 50 auditores se trasladarán en diez días a los campos para realizar el proceso de auditoría y destapar las “cajas negras” de las petroleras. Las auditorías a las petroleras forman parte de la política de nacionalización decretada por el presidente Evo Morales el 1º de mayo pasado. “Los 13 medidores no están trabajando, no se los puede leer por afuera... tienen anormalidades... hemos mandado un informe y tienen un plazo para reparar esto”, afirmó el ingeniero Wilbor David Morales. Por su lado, su colega Edgar Gutiérrez, responsable de la planta Sábalo, en San Antonio, denunció que los ejecutivos de Petrobras “no cooperan para el cumplimiento de las labores (de fiscalización) encomendadas por la empresa estatal petrolera”.