Irán anunció ayer la dimisión de su ministro de Petróleo, Kazem Waziri Hamaneh, un día después de que firmara un acuerdo petrolero con Irak. El trato consiste en construir un oleoducto que transporte crudo del puerto de Basora ubicado en el sureste iraquí al puerto de Abadan, en el sudoeste iraní. Habrá otro oleoducto separado para productos de petróleo.

El presidente iraní, Mahmud Ahmadinejad, nombró como nuevo ministro de Petróleo a Gholam Hosein Nuzari. No fue la única baja: también renunció el titular de Industria y Minas, Ali Reza Tahmassbi. Este sigue así el camino de otros ministros, como los de Asuntos Sociales, Cooperativas y el vicepresidente y ministro de Planificación y Presupuesto.

Los observadores consideran que las renuncias de los ministros tecnócratas están relacionadas con los continuos problemas económicos, entre ellos el crecimiento de la inflación en Irán y las críticas populares contra el ultraconservador Ahmadinejad.

Muchos acusan al presidente iraní de haber fracasado en implementar las reformas económicas prometidas en el país y en distribuir de forma justa la riqueza nacional, la mayoría procedente de ingresos por venta de petróleo.