Un grupo del Ejército de Liberación Nacional (ELN), la segunda guerrilla colombiana más importante, fueron condenados a seis años de prisión por haberse infiltrado en organizaciones estatales en el departamento de Arauca. Los miembros del grupo armado no sólo lograron pasar inadvertidos en las agencias gubernamentales durante años, sino que utilizaron fondos públicos para financiar al ELN. “De acuerdo con la investigación de un fiscal de la Unidad Nacional Antiterrorismo, los condenados en su calidad de contratistas o funcionarios seguían las directrices trazadas por el frente Domingo Laín Sáenz (líder del ELN), con respecto a la adjudicación de contratos, cambios en la nómina y nombramientos, entre otras maniobras”, explicó la Fiscalía en un comunicado. Según la investigación oficial, al menos 19 guerrilleros se habrían infiltrado entre 1998 y el año 2000. Sin embargo, existen dudas sobre si la guerrilla habría conseguido cooptar más instituciones, entre ellas las fuerzas armadas. Hace sólo unas semanas, el jefe del ELN conocido como Pablo Beltrán reveló que el grupo armado tiene “amigos” entre los sectores militares. El líder insurgente había sugerido que sus contactos castrenses podrían ayudar a destrabar las negociaciones con el gobierno de Alvaro Uribe. Desde hace más de un año, la cúpula del ELN y representantes de Bogotá intentan llegar a un acuerdo de paz en La Habana para desmovilizarse, desarmarse e ingresar a la vida política. Sin embargo, no han logrado encontrar una fórmula que satisfaga a la dirección guerrillera, que demanda un indulto total. El próximo lunes se volverán a encontrar para retomar el diálogo. Los analistas colombianos advertían ayer sobre el efecto que las condenas podrían tener sobre el proceso de paz.