El presidente venezolano Hugo Chávez ratificó ayer su propuesta de considerar a las FARC como fuerza beligerante y se desmarcó del secuestro así como de la lucha armada que practica esa guerrilla. “Yo no estoy de acuerdo con el secuestro, eso es horrible, contrario a la naturaleza humana, sea quien sea el que lo haga, ni estoy de acuerdo con la vía armada y ésa es una de las cosas que yo quisiera hablar con Marulanda (jefe de las FARC)”, advirtió Chávez en su programa semanal Aló presidente, del que participó la ex rehén de las FARC Consuelo González. La ex congresista recientemente liberada pidió al líder bolivariano que instara a la guerrilla a dejar de secuestrar, en una jornada en la que la senadora colombiana Piedad Córdoba llamó a reconocer a la insurgencia como una “realidad política”.

El primer pedido que hizo Chávez ayer estuvo dirigido a Uribe. “Si usted le reconoce a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) el estado de beligerancia, y las FARC lo acepta, entrarían de inmediato en los protocolos de Ginebra”, señaló el presidente de Venezuela durante su programa dominical. “Para que una fuerza insurgente sea beligerante, debe renunciar al secuestro, a los actos terroristas contra la población civil. Eso es lo que yo propongo que estudiemos”, añadió en un tiro por elevación a la guerrilla.

Por su parte, Consuelo González, invitada al programa de Chávez, reiteró que luchará para que avance un acuerdo de canje de rehenes de la guerrilla por insurgentes presos y se pronunció contra el método del secuestro utilizado por las FARC. “Presidente Chávez, si en alguna oportunidad usted puede entablar una charla con los voceros de las FARC, trate de hacerles entender que en una lucha revolucionaria, que debe tener como propósito central el hombre, no se cometan actos como el secuestro, porque atentan contra la dignidad humana y toda posibilidad de instaurar una democracia en la zona”, sostuvo la ex legisladora, que se mostró agradecida con el presidente venezolano y ofreció su ayuda para lograr la paz en Colombia.

En respuesta, Chávez adhirió a las declaraciones de González desmarcándose de los métodos de la guerrilla. “Las FARC deben tomar en cuenta estas palabras, la solicitud de Consuelo, a la que yo me sumo”, dijo. A continuación el mandatario le pidió un favor a la ex rehén, que concertó una cita con Uribe para hoy, según reveló la mujer el jueves pasado. “Si tú logras hablar con el presidente Uribe, llévale un saludo, a pesar de todo lo que nos hemos dicho, pues no me importa”, dijo. “En el tema de buscar la liberación de todos, yo estoy a la orden del gobierno colombiano, de la guerrilla, de los familiares. Yo creo que es posible la paz en Colombia, hay que dar pasos audaces, para lograr que se abra el camino que no será nada fácil después de 60 años”, agregó.

Una vez más el presidente venezolano apeló al diálogo entre Bogotá y la insurgencia. “¿No podrá un presidente colombiano, quien sea, sentarse con Marulanda, o con quien sea a discutir esto? ¡Ya basta y quienes nos sentimos hermanos de Colombia tenemos que ayudar, aunque nos tiren piedras!”, indicó. La guerra civil colombiana, añadió, necesita en primera instancia humanizarse, si es que esa expresión fuera posible, porque no hay guerra humanizable. Pero la colombiana no está regulada por ley alguna y afecta a Venezuela, señaló. Dejando en claro que no quiere inmiscuirse en asuntos de otra nación, Chávez abogó por una salida política. “Este problema en Colombia no tiene solución militar, queda la solución política. Vamos a politizarlo, hacer alta política para salir de la guerra”, exhortó.

En tanto, la senadora opositora colombiana Piedad Córdoba afirmó ayer que se debe reconocer el carácter político de las FARC, aunque prefirió no opinar sobre el status que debería tener esa guerrilla. “La gente tiene que entender que efectivamente las FARC son un ejército, son una realidad política y no podemos obviarlo porque en esa medida y de esa manera no vamos a lograr lo que queremos, que es la liberación de todos los compañeros”, dijo.