Lilita siempre lo elogia como un “peronista republicano”. Desde ese lugar, Gerardo Conte Grand es el que tiene la difícil tarea de sumar peronistas a la Coalición Cívica y quien coordina el Foro para la Reforma Política y Electoral, donde se nuclean dirigentes de la CC, de PRO y del socialismo.

“Buscamos a los justicialistas que han mantenido firmes las banderas y tuvieron conductas de honestidad”, señala el dirigente de la CC, quien reconoce que hay mayor posibilidad de sumar radicales, ya que “la UCR está en una crisis terminal”.

–¿Se instaló que la Coalición es gorila?

–El Gobierno pretende instalar en la conciencia social que representa a lo popular, nacional y progresista, y que enfrente hay un arco opositor antiperonista cuya principal cabeza visible es Elisa Carrió. Esto es una inmensa falsedad, porque la composición de dirigentes de la Coalición Cívica (Carrió, Margarita Stolbizer, Giustiniani) marcan una impronta que no tiene que ver con la derecha gorila. Y tampoco las figuras de centro como Alfonso Prat Gay o Patricia Bullrich...

–... quien dice que ya no es peronista.

–Bueno, por eso, una figura de centro. El Gobierno sí tiene incorporados a dirigentes de los ‘90, como Alberto Fernández o Martín Redrado, y con una reestructuración del PJ que lo involucra hasta a (Luis) Barrionuevo. Así que, ¿de qué progresismo hablamos? Además es paradójico que Kirchner sea el ex presidente más rico de la historia. En los ‘70 no era un objetivo compatible volverse rico. Así que ni en su patrimonio es progresista.

–¿Y cómo van a conseguir sumar más peronistas?

–El espectro de peronistas cuya incorporación le interesa a la CC es de aquellos que han defendido la justicia social en este lapso de 1983 a 2007, en el que se registraron defecciones en la gestión de Menem, por su adhesión al neoliberalismo.

–¿Y quiénes cumplen con estas exigencias dentro del peronismo no K?

–Yo siempre me refiero a las personas que aprecio en el justicialismo, con independencia de que formen parte o no de la CC: entre ellos, están Bordón, Beliz, Sergio Acevedo, Ricardo Falú, Ricardo “Lolo” Gómez y Arturo Lasalla. Estos peronistas dan el perfil de los que querríamos incorporar.

–¿O sea que quieren que participen figuras y no un sector importante?

–Nosotros no vemos ningún sector, como sector, afín a la CC. Creemos que va a haber dirigentes peronistas que confluyan. No tenemos afinidad por ideas con el menemismo ni con los Rodríguez Saá.

–¿Excluyen también al espacio de Ramón Puerta?

–No vemos afinidad, no. Es posible que cuando se debilite el ciclo kirchnerista algunos dirigentes valiosos que hoy acompañan esa gestión tengan una afinidad importante con el proyecto de la CC.

–¿Con Gustavo Beliz hay diálogo, actualmente?

–No estamos hablando de incorporaciones, pero sí mantenemos un diálogo permanente con todos los que mencioné.

–¿Y Carrió también participa?

–No, últimamente está delegado en mí tanto esto como el foro de la reforma electoral.

–¿Ese foro puede funcionar como un espacio de unión de la oposición?

–No. En el seno del Foro van a participar fuerzas políticas con las que podemos tener afinidad en 2009, pero también otras con quienes seguro no vamos a compartir un espacio electoral.

–¿Por ejemplo?

–El PRO, que tiene un proyecto económico y social diferente del nuestro, pero que puede coincidir en nuestras propuestas para mejorar el sistema electoral, con el voto electrónico y con la designación de docentes y empleados judiciales como alternativa de las autoridades de mesa.

–Hasta ahora el peronismo en la CC está representado casi unipersonalmente en usted. ¿No es más factible que sumen radicales?

–En la medida en que el radicalismo es una fuerza con una crisis terminal, es probable que de allí haya una mayor afluencia de dirigentes. Pero esto no significa que la CC no contenga los valores del justicialismo. ¿El PJ cuándo representó esas banderas? En la gestión de Menem las traicionó y en las de Kirchner el PJ se convirtió en una maquinaria de poder pragmática.

–¿Cómo ve la normalización del PJ?

–Es una acumulación sin un apego a un proyecto común. ¿Qué punto de afinidad pueden tener los barones del conurbano, Romero de Salta, Moyano –-que era de la JPerra– con Kunkel, por ejemplo? Es un proyecto para gobernar. Sólo quedaron excluidos Rodríguez Saá, Menem y De Narváez, que juega con Macri.