Raúl Flores, quien confesó ser el asesino material del tesorero de la Federación de Camioneros, Abel Beroiz, comparte su tiempo en prisión con la escritura de un libro sobre el crimen y con la religión. Según comentó su abogado, Gonzalo Basualdo, tiene la “firme decisión” de abrazar la religión evangélica, que le viene sirviendo de ayuda en el trance que está atravesando. Eso sí: en Tribunales no escapaba que la novedad podía tener que ver con la búsqueda de más comodidad en prisión: los pabellones para evangelistas suelen ser más tranquilos que los comunes.

De acuerdo con el relato del abogado, Flores comenzó a escribir su libro en la localidad de Tostado, cuando todavía se encontraba prófugo. Allí, explicó, relatará la verdadera historia del asesinato. Flores admitió que disparó contra Beroiz en un crimen por encargo, aparentemente por una interna sindical. Le habían prometido 80 mil pesos, pero dijo que sólo le pagaron 20 mil. Contó que un menor, “Juancito”, fue su cómplice. Pero el menor lo negó, por lo que el juez dispuso que se haga el martes un careo entre ambos.

“Flores ha tomado la firme decisión de abrazar seriamente la religión evangélica, que lo contiene y ayuda en estos momentos”, explicó Basualdo, en pos de maquillar la imagen de su cliente. Agregó que en su libro Flores “también va a expresar su arrepentimiento y por eso mismo no ha querido negarse a declarar”.

Luego de la primera ronda de declaraciones, los investigadores tratan de establecer si el número dos de la Federación de Camioneros a nivel nacional y secretario adjunto del gremio en Santa Fe, Raúl Luna, mantuvo contacto antes o después del crimen con Flores o con el menor.