Martes, 13 de mayo de 2008 | Hoy
EL PAíS › SCHIARETTI RECIBIó A LAS ENTIDADES AGROPECUARIAS, PERO SCIOLI LO DEJó EN MANOS DE SUS FUNCIONARIOS
Schiaretti recibió a las cuatro entidades del agro y criticó las retenciones móviles, lo que en el Gobierno fue leído como una autoexclusión del oficialismo. Scioli, en cambio, no estuvo en el encuentro con la Carbap porque “se politizó”.
Por Daniel Miguez
Tal como lo habían anunciado con bombos y platillos, el gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, se reunió ayer con representantes de las cuatro cámaras de empresarios del agro y dio así el último paso para autoexcluirse de las filas del oficialismo, según evaluaban anoche en la Casa Rosada. En cambio, el gobernador bonaerense, Daniel Scioli, dejó en manos de tres de sus funcionarios un encuentro con Carbap –la entidad rural más importante de la provincia–, pero él no estuvo presente.
Los ruralistas, en medio del lo-ckout dispuesto hasta el próximo jueves, comenzaron a concretar su estrategia de intentar reunirse con distintos gobernadores para tratar de romper o al menos de dañar la alianza de algunos de ellos con el gobierno nacional. Hasta ahora lograron el encuentro con Schiaretti y la promesa de una reunión con el mandatario de Santa Fe, Hermes Binner. Ayer, Néstor Roulet, vicepresidente de CRA, dijo que también los recibirán los gobernadores de San Luis, Alberto Rodríguez Saá, y de Chaco, Jorge Capitanich. Lo de Rodríguez Saá suena más lógico, pero la reunión con Capitanich –uno de los gobernadores más cercanos a Kirchner– aún debía terminar de cerrarse.
Schiaretti ya había tomado distancia del Gobierno en marzo, cuando se inició el conflicto con los productores agropecuarios, pero después buscó un acercamiento cuando Néstor Kirchner estaba definiendo la lista de conducción del PJ. Fue así que lo recibió en la Casa Rosada la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Sin embargo, ayer decidió romper lanzas: declaró que está a favor de bajar las retenciones, dijo que no irá mañana al acto de asunción de autoridades del justicialismo en el que él mismo debería asumir como vocal del partido y recibió a las entidades rurales con toda la pompa.
Los gestos de ruptura de Schiaretti para el Gobierno son inequívocos. “Fue una hijaputez”, definió de modo más que coloquial un funcionario de la Casa Rosada al ser consultado por Página/12 sobre la actitud del gobernador de Córdoba. “Si los hubiera recibido de una manera protocolar lo entendíamos, pero así no”, concluyó.
“El Gobierno debe modificar el esquema de retenciones móviles del 11 marzo, produciendo una baja en éstas, conforme se determine en las negociaciones”, señaló Schiaretti públicamente y después les ratificó su posición a los empresarios del campo. También les pidió que el jueves “levanten el paro y vuelvan al diálogo”. Este pedido de Schiaretti fue informado luego por el gobierno de Córdoba, ya que los ruralistas nada dijeron al respecto cuando salieron de la gobernación. Es más, el presidente de la Federación Agraria, Eduardo Buzzi, luego de elogiar la actitud de Schiare-tti, sostuvo que “no hay ningún motivo para que haya alguna tregua”.
Esa declaración de Buzzi –que coincide con una advertencia que hizo en el mismo sentido el sábado pasado el jefe de los ruralistas de Gualeguaychú, Alfredo De Angeli– es el preanuncio de la continuidad del lockout después del jueves. El Gobierno estaba esperando que no prorrogaran la medida de fuerza para volver al diálogo, aunque también evaluaban que los ruralistas podrían planear mantenerla al menos hasta el 25 de mayo en un intento de aguarle el Acuerdo del Bicentenario a la Presidenta. Ayer, el vicepresidente Julio Cobos pareció hacer alusión al tema al pedir “no ponerles plazo fijo a las negociaciones”, a la vez que señaló que “el Gobierno no fue el que cerró la puerta el diálogo, sino las entidades que volvieron al paro”.
Si en el Gobierno siguen recibiendo señales de que el lockout continuará más allá del jueves, es casi seguro que Néstor Kirchner, en el acto de mañana en la cancha de Almagro, pronuncie un discurso muy duro contra las cuatro entidades agropecuarias en conflicto.
Pero Buzzi no sólo habló de la posibilidad de prorrogar el lockout, también –de un modo inesperado por la distancia ideológica que se suponía que los separaba– elogió a Schiaretti, cuando se esperaba que esa parte de las declaraciones las asumiera la Sociedad Rural o la CRA. “Hay gobernadores que se animan, y eso es un ejemplo. Es el primer gobernador que recibe a las cuatro entidades agropecuarias. Nos expresó que las retenciones deben ser modificadas y que deben bajar. Esta reunión con Schiaretti marca el inicio que otras provincias deben continuar.”
Para Fernando Gioino, presidente de Coninagro, “la reunión ha sido muy positiva y entendemos que el campo ha recibido un fuerte apoyo”. Además de Buzzi, Gioino y Roulet, estuvieron presentes Luciano Miguens y Hugo Biolcatti (presidente y vice de la Sociedad Rural) y Carlos Garetto (vice de Coninagro). Junto a Schiaretti se sentaron el vicegobernador Héctor Campana y el ministro de Agricultura, Carlos Gutiérrez.
Así como lanzaron flores a Schiaretti, los ruralistas criticaron con dureza a Scioli por no haberlos recibido. “Su actitud es payasesca”, dijo Buzzi. La información de que Scioli los recibiría había sido comunicada por Carbap, pero en la gobernación bonarense le dijeron a Página/12 que se los invitó a una reunión con funcionarios de alto nivel pero no con el gobernador. De hecho fueron recibidos por el jefe de Gabinete, Alberto Pérez, la ministra de Agricultura y Producción, Deborah Giorgi, y el subsecretario de Asuntos Agrarios, Fernando Villela (ver página 2).
El propio Scioli dijo que “no se puede pedir un diálogo con este nivel de presión” y que “para retomarlo no debe haber ningún tipo de condicionamiento”. Para que no quedaran dudas el gobernador agregó: “Yo fui vice de Kirchner, no quiero que me pongan cizaña. La protesta se politizó”.
Cuando Página/12 quiso saber si hubo llamados hacia Scioli para compatibilizar posiciones, en la Casa Rosada respondieron: “No hace falta, Daniel está en absoluta sintonía”.
Grupos de caceroleros volvieron a salir a la calle en el centro porteño. El grupo más numeroso se concentró en Santa Fe y 9 de Julio. Hubo otros conatos de protesta contra “la política confiscatoria del Gobierno” hacia el campo en Recoleta, Belgrano y Caballito. Antenoche, también hubo manifestaciones en Palermo, Barrio Norte y Recoleta. “Somos solidarios con el campo y estamos contra la manipulación de los índices de inflación a través del Indec”, repetía una cincuentona mientras hacía sonar su cacerola en plena calle porteña. En el interior del país, el lockout ruralista es acompañado por cortes intermitentes de rutas. El jueves, las entidades rurales decidirán cómo continuará el reclamo en contra de las retenciones móviles.
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