Los docentes bonaerenses evaluarán el lunes si convocan a nuevas medidas de fuerza en reclamo de un aumento salarial del 20 por ciento. Sin avances en las negociaciones con la gobernación de Daniel Scioli, ayer cumplieron un nuevo paro de 24 horas, el quinto en lo que va del año. Como suele suceder cuando la cuestión de fondo está trabada, dirigentes gremiales y funcionarios se trenzaron en una discusión sobre el nivel del acatamiento a la huelga: los docentes lo consideraron alto –sostuvieron que prácticamente no hubo clases en las escuelas estatales–, mientras que desde la administración bonaerense buscaron instalar la idea de una baja adhesión y sostuvieron que hubo actividad normal en la mitad de los colegios, sumando públicos y privados, aunque en estos últimos no se había convocado al paro.

En ese marco, el director general de Educación, Mario Oporto, insistió en que no mejorará la oferta de un 12 por ciento realizada la semana pasada y llamó a los docentes a revisar su rechazo a la propuesta: “Si la aceptan, la pueden cobrar en pocos días”, remarcó.

Los maestros, que tienen un sueldo de bolsillo inicial de 1290 pesos, reclaman levantar ese piso en un 20 por ciento, para compensar el aumento en el costo de la vida. Con esa exigencia, tres de los cinco sindicatos que integran el Frente Gremial Docente organizaron la huelga (Suteba, FEB y Amet), mientras que los otros no se sumaron (UDA y Sadop).

La gobernación hizo un relevamiento propio sobre la medida de fuerza, cuyos resultados dio a conocer una vez terminada la jornada escolar. Según este relevamiento, el paro tuvo en las escuelas públicas una adhesión del 70 por ciento, un 25 por ciento menor a la que había tenido en la huelga anterior. Siempre según la gobernación, esto significó que del total de las escuelas de la provincia, añadiendo las públicas a las privadas, en la mitad se dictaron clases normalmente.

Oporto aseguró que “muchas escuelas de la provincia estuvieron abiertas y muchos docentes fueron a dar clase. La disminución en el acatamiento a la medida de fuerza llevada adelante por los docentes nos hace pensar que todos tenemos dudas, por lo que es una buena oportunidad para que el gobierno y los gremios docentes volvamos a reflexionar y a dialogar”.

Los dirigentes del Frente Gremial salieron a desmentir los números de Oporto. Según Roberto Baradel, de Suteba, “la medida tuvo en las escuelas públicas el mismo nivel de acatamiento que en el paro anterior, prácticamente no hubo clases”. En la medición de los sindicatos, la única diferencia fueron los docentes de escuelas privadas, que ya habían anunciado que no se plegarían.

El paro fue acompañado por una movilización en La Plata, a raíz de otro conflicto, un proyecto de reforma previsional que la gobernación mandó a la Legislatura por el cual el superávit de la caja de jubilación de los estatales, el Instituto de Previsión Social, podría ser usado para financiar el déficit de otras cajas jubilatorias. La marcha contra este proyecto fue realizada por el conjunto de los gremios estatales de la provincia, que se manifestaron frente a la Legislatura.

La huelga quedó pegada al feriado de hoy, por el Día del Maestro. Mañana, el Frente Gremial realizará una ronda de consultas en las escuelas, y el lunes se reunirá a evaluar cómo sigue el conflicto. Por el momento, no hay ninguna reunión paritaria pautada y habrá que ver quién da el próximo paso para retomar la negociación.

Ayer también hubo paro docente en Entre Ríos, donde los maestros terminaron una huelga de 48 horas por mejoras salariales. Para la semana que viene, por otra parte, está anunciado un cese de actividades también de 48 horas en la ciudad de Buenos Aires, mientras que en Mendoza los docentes pondrán fecha la semana próxima a un paro de tres días, si no hay acuerdo con el Ejecutivo provincial.