El ex ministro de Gobierno de Santa Cruz Daniel Varizat fue condenado ayer a tres años de prisión en suspenso por lesionar a veintitrés personas con su camioneta en agosto de 2007, cuando embistió contra una manifestación de docentes y estatales en Río Gallegos. Estos gremios, luego de conocido el fallo, realizaron una manifestación de repudio por considerar la decisión judicial como “vergonzosa”.

El Tribunal Oral de Río Gallegos que llevó adelante el juicio oral iniciado el 12 de diciembre pasado dispuso además, en fallo dividido, que Varizat –quien no concurrió a la audiencia final– realice un tratamiento psicológico, aunque permitieron que conserve su registro de conductor.

El fallo no llevó de regreso a Varizat a prisión, lo que provocó el enojo de las víctimas del caso, algunas de las cuales continúan con tratamientos de rehabilitación.

Las juezas Marta Dávila y Alicia Mercau acordaron condenar a Varizat a “tres años de prisión en suspenso” como responsable de “siete lesiones graves y dieciséis lesiones leves, todas en concurso ideal”, cuando atropelló con su camioneta cuatro por cuatro a manifestantes que cruzaron la calle frente a su vehículo y lo increpaban por haber sido funcionario público del kirchnerismo.

La disidencia en el voto del tribunal la sostuvo el juez Jorge Chávez, quien se pronunció por la absolución de Varizat al considerar que actuó “en legítima defensa”, como indicó el defensor del ex ministro en su alegato.

En el fallo, las juezas Mercau y Dávila afirmaron que la maniobra de avance de la camioneta y el modo “en que se ejecutó fueron voluntarias”. Para llegar a esa conclusión se basaron en las pericias realizadas por el técnico Amílcar Fleitas al vehículo. Pero advirtieron que “no se presenció ninguna forma de inimputabilidad” y descartaron que Varizat haya padecido un “trastorno mental transitorio”, como sostuvo un perito de parte.

En ese sentido indicaron que Varizat “tuvo pleno gobierno de sus acciones con orden valorativo” porque, señalaron, luego del atropello se dirigió a un hotel, llamó a su familia para contarle lo sucedido y después acudió a la policía.

“Daniel Varizat no padeció ninguna circunstancia que no le hiciera comprender la acción de sus actos”, añadieron, y resaltaron que la protesta “no lo habilitaba para lanzarse hacia un indeterminado grupo de personas”.

Las juezas argumentaron que Varizat “pudo pedir intervención policial o por intermedio de sus acompañantes” desde el vehículo y que la legítima defensa “no autoriza que pueda ser ejercida de cualquier modo, y menos contra mujeres y niños”.

El disidente juez Chávez señaló, por su parte, que el ex ministro “estuvo impedido de circular con el vehículo” y “hubo una expresión abusiva del derecho a manifestarse”. “Varizat no tuvo alternativa”, argumentó el juez.

Las reacciones

La lectura del fallo y la decisión de que Varizat sólo cumpla un tratamiento psicológico generaron el repudio del público en la audiencia que insultó al tribunal y calificó de “delincuentes” a los magistrados locales.

Cristina Coronel, una de las docentes que pasó más de cuatro meses internada tras ser atropellada, sostuvo que este fallo “demuestra que la delincuencia está en la justicia de Santa Cruz”. “Acá está el poder político y esto deja precedentes para que cualquier desgraciado el día de mañana nos pase por arriba”, enfatizó.

Los gremios estatales quemaron neumáticos frente al tribunal y luego marcharon en repudio al fallo junto a grupos de docentes.

El fiscal Ricardo Camutti, quien había solicitado cinco años de prisión, adelantó que “el fallo no es definitivo ya que está la posibilidad de interponer recursos”. En el juzgado explicaron que la fiscalía tiene plazo hasta febrero para apelar la sentencia.