La industria nacional arrancó el año con una fuerte caída. Impulsada por la debacle en el sector automotor, la actividad manufacturera retrocedió el 4,6 por ciento en términos interanuales y el 6,1 por ciento comparado con diciembre de 2008. Los datos del anticipo del Estimador Mensual Industrial (EMI) que elabora el cuestionado Indec reflejan el impacto de la crisis financiera internacional, la desaceleración del consumo interno y las exportaciones. El Gobierno negocia con las empresas para que no realicen despidos y las compañías optan por suspender a sus empleados, o adelantarles las vacaciones, para ajustar sus niveles productivos. El sector textil, uno de los más sensibles, cedió 10,3 por ciento. Todos los bloques productivos registraron fuertes caídas intermensuales. Los distintos indicadores del sector industrial que elaboran las consultoras privadas reflejaron caídas más pronunciadas.

La industria automotriz quedó paralizada en enero. Según el EMI, la producción nacional de autos cayó 49,3 por ciento, comparada con el mismo período el año pasado. En sintonía con estrategias globales, esas firmas redujeron en enero sus planes de producción, suspendieron personal y realizaron paradas adelantadas para enfrentar la baja en el consumo. En 2008 las paradas de las automotrices se habían concentrado en febrero. Según Adefa, la cámara que agrupa a las terminales, la producción disminuyó 54,6 por ciento, las ventas al exterior retrocedieron 60,0 por ciento y a concesionarios, el 38,9 por ciento. La producción de neumáticos acompañó a las carrocerías y cedió 9,1 por ciento.

En el caso automotor, la discrepancia entre los datos del Indec y los que entrega la Adefa se debe a las ponderaciones que se utilizan para la elaboración del EMI. Desde el sector esperan que se registre algún rebote en los próximos meses, pero reconocen que difícilmente el 2009 sea un año record como el anterior. En el Gobierno, mientras tanto, siguen ajustando el Plan Canje de Autos que podría impulsar la marcha del sector.

El segundo sector más afectado fue la industria textil. Con la misma estrategia de los fabricantes de autos, las empresas de ese rubro adelantaron vacaciones y suspendieron turnos en las plantas, frente a la desaceleración del consumo interno. Por su parte, la caída de 8,6 por ciento en la producción de fibras sintéticas y artificiales se debió principalmente a una parada total de planta en una de las empresas más importantes del sector. La crisis golpeó fuerte sobre los sectores exportadores como el metalúrgico, donde la producción de acero cedió 21,7 por ciento. Por su parte, el bloque petroquímico registró un leve retroceso del 0,2 por ciento en términos interanuales y de 1,4 por ciento contra diciembre.

En lugar de apuntar hacia la crisis internacional, el informe difundido por el Indec relativizó la caída señalando que la comparación interanual se está realizando contra un mes record histórico de la serie. Dentro de la falta de credibilidad a la que están sujetas todas las publicaciones del organismo, los datos difundidos por el Indec coinciden a grandes rasgos con los informes de las consultoras privadas. “Todos los números son posibles, pero están en el límite de lo improbable”, señaló Fausto Spotorno de la consultora Orlando Ferreres & Asociados. Para el analista, “la caída de 0,7 por ciento en la producción de cemento cuando los despachos que informa la cámara retrocedieron 7 por ciento levanta sospechas sobre esos datos”.

El sector de alimentos y bebidas se redujo un 11 por ciento contra diciembre, pero mostró un avance del 7,2 por ciento en términos interanuales, impulsado por el aumento en la producción de carnes rojas y blancas, así como lácteos y bebidas (algunas consultoras registraron una caída en este último rubro). Por su parte, la molienda de cereales y oleaginosas experimentó un retroceso del 5,9 por ciento y la producción de agroquímicos otro 3 por ciento. La utilización de la capacidad instalada en la industria se ubicó en el 67,4 por ciento, reflejando un retroceso de 3,2 por ciento en términos interanuales y de 8,7 por ciento comparado con diciembre de 2008. Todos los sectores registraron caídas, evidenciando la desaceleración de la producción.