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Víctor Santa María ya ve lejos sus vacaciones, que fueron a principio de año en Valeria del Mar. Recibe a Página/12 en la sala de reuniones de la Fundación Caras y Caretas, vecina al edificio de su gremio, el Suterh, luego de un encuentro en donde terminó de definir un proyecto para un film sobre Evita. Con la notebook siempre a mano, Santa María suele comunicar al momento a sus amigos de Facebook las actividades del día, en las que se intercalan las del sindicato, las de la fundación cultural y, obviamente, la política del peronismo porteño.

–¿Qué piensa hacer el Gobierno en la Capital? Ya se sabe que van a ser candidatos Gabriela Michetti, Elisa Carrió, Pino Solanas y probablemente Aníbal Ibarra y hasta Luis Zamora, pero del Gobierno no hay noticias.

–Ahí hay un error de apreciación. Yo no lo pondría en términos de “un candidato del Gobierno”. La representación política es del Frente para la Victoria o del Partido Justicialista. En ese marco, ninguno de los dos tiene un candidato definido ni se ha charlado del tema. Lo más importante es que se resuelva si las elecciones son juntas o separadas.

–Vamos a llamarlo “el kirchnerismo” entonces, ¿no está perdiendo un tiempo precioso para instalar un candidato?

–Soy de los que piensan que tenemos que armar algo más que el Frente para la Victoria en la ciudad de Buenos Aires. Hay que entender que la ciudad es autónoma y que por eso necesita tener una idea autónoma, distinta, al gobierno nacional. Necesitamos tener representantes políticos que no tienen por qué estar identificados ciento por ciento con el pensamiento del gobierno nacional. Debemos crear un frente que nos permita sumar a muchos más de los que puedan estar embanderados detrás del Gobierno, armando una alternativa opositora a Mauricio Macri, que es nuestro verdadero enemigo. Mi crítica es haber ido divididos en las elecciones pasadas: jugar Telerman, jugar Filmus, fue un error político nuestro.

–¿Con qué sectores se imagina armando ese frente?

–Muchos que ya forman parte del kirchnerismo, Daniel Filmus, Jorge Telerman, Carlos Heller, con sectores que están con Pino Solanas, con movimientos sociales como el Evita y la gente de Edgardo Depetri, el PI, el Frente Grande, desarrollistas. Hay que dejar de lado las ambiciones personales y crear algo que pueda ganarle al macrismo en la ciudad.

–¿A Aníbal Ibarra lo sumaría?

–Habría que sumarlo siempre y cuando haga una autocrítica de sus años de gobierno en la ciudad y si está dispuesto a dejar sus ambiciones personales en función de un proyecto político.

–¿Qué papel va a cumplir Alberto Fernández en el armado político del kirchnerismo en la Capital?

–Habría que preguntárselo. Es presidente del PJ en la ciudad y tiene que definir la función que va a tener. En función del papel que quiera tener el resto de los compañeros del PJ evaluaremos si es la que aceptamos que tenga. Por ahora la relación es cordial y compartimos, por lo menos hasta fin del año pasado, una visión y un proyecto político a nivel nacional.

–¿Néstor Kirchner será quien finalmente defina el nombre del candidato?

–Kirchner es el gran estratega del PJ de la ciudad de Buenos Aires como presidente el PJ a nivel nacional. Pero, insisto, si dejamos que la única opinión sea la de Kirchner vamos a cometer un error que será no tener nuestra propia identidad en la ciudad.

–¿Usted tiene en mente quiénes podrían ser buenos postulantes en la ciudad?

–Creo que hay que darle una oportunidad a Graciela Ocaña. Me encantaría que fuera candidata a diputada y se ponga al frente de un armado electoral en la próxima elección.

–Pero ella suena como candidata para la provincia.

–En la provincia hay otros nombres para encabezar y pueden ser buenos candidatos. Graciela es una dirigente que nació en la ciudad de Buenos Aires y sería muy buena candidata para unificar no sólo al kirchnerismo, sino a otros sectores progresistas de la ciudad. Para legisladores, me parece que Telerman es el mejor candidato que tenemos.

–¿A qué porcentaje podría aspirar la lista de este frente?

–Creo que la ciudadanía todavía le va a dar una garantía a Macri en estas elecciones. Nosotros podemos armar un frente opositor que salga segundo.

–¿Los desgajamientos que viene sufriendo el oficialismo son un declive del poder del Gobierno?

–El peronismo es un partido nacional que tiene muchas vertientes, con muchos dirigentes con fuerza en el interior del país, como lo demuestran lo de Reutemann y lo de otros compañeros. Para mí no es una debilidad del kirchnerismo. Hay que profundizar el modelo y no debemos sustentarnos sólo en el peronismo. El proyecto que encabezó Néstor Kirchner el 25 de mayo de 2003 fue más amplio. No tenemos que pejotizarnos, pese a que lo digo desde el peronismo.

–¿Se imagina como candidato en estas elecciones?

–No, quiero aportar a dos cosas: a crear una alternativa electoral que nos permita ganarle a Macri en la ciudad y, a nivel nacional, para la creación de un proyecto nacional y popular.