En el clásico de cada martes, sus incursiones por el conurbano para dialogar con la dirigencia del PJ, el ex presidente Néstor Kirchner encabezó ayer un acto en la localidad de San Fernando, donde volvió a reclamar apoyo para la presidenta Cristina Fernández y arremetió contra los peronistas que se pasaron a la vereda disidente. “Fueron colgados de su boleta y muchas veces se esconden tras un sillón o se sientan en la mesa del enemigo”, advirtió el ex mandatario, cuyo discurso volvió a combinar arenga con militancia, exhortaciones a recorrer los barrios “casa por casa” para defender el modelo, advertencias sobre la crisis económica internacional y críticas a “los sectores mediáticos” que “se ponen nerviosos por la distribución del ingreso”.

La visita a San Fernando se produjo justo en el aniversario del primer triunfo electoral de Juan Domingo Perón (24 de febrero de 1946). Kirchner llegó con sus colaboradores de siempre. Lo recibió el intendente Gerardo Amieyro, quien aprovechó su discurso de bienvenida para pedirle a Kirchner que fuera candidato a diputado. El santacruceño no contestó, pero en su discurso volvió a incluir el estilo cargado de épica que suele escucharse en las campañas. “Como militantes y cuadros políticos hay que hablar con todos, casa a casa y barrio por barrio, porque es la forma de combatir contra los encierros mediáticos que nos quieren imponer”, exhortó. “Evita iba barrio por barrio y recorría todo el conurbano para defender al General y al proyecto transformador nacido en 1946, pero germinado bastante antes. Para defender lo logrado, el crecimiento y todo lo demás que hemos hecho, como los 47 mil millones de reservas, es preciso defender el modelo”, convocó.

Como lo viene haciendo en cada acto, el ex mandatario analizó la crisis global que se desencadenó con el estallido de las hipotecas de riesgo. “Hoy vemos que la primera potencia mundial quiebra su estructura al explotar simplemente una ilusión. En 2009 acaba de caer definitivamente el proyecto neoliberal de Washington. Ahora esperamos que nazca el concepto multilateral para reconstruir la economía”, dijo. Enseguida, Kirchner aprovechó la oportunidad para vincular la crisis del neoliberalismo con el fracaso de la Alianza que hizo presidente a Fernando de la Rúa. Era una forma indirecta de cuestionar a la Coalición Cívica y la UCR. “Sé lo que pasó en 2001 y 2002 y el infierno que nos dejaron. Huyeron en helicóptero dejando a miles de hermanos desocupados. Por eso predico la memoria.”

El santacruceño cumplió con otro de los tópicos de sus intervenciones públicas. Habló del amor, dijo que el Gobierno no busca “enfrentamientos con nadie”, sino un “país igualitario que pueda convivir en la diferencia con respeto”. “Vamos a luchar con todas nuestras fuerzas para que no se toque un solo empleo, no queremos más que se pierdan los sueños y las esperanzas. El Gobierno está de un solo lado. De los que trabajan. Del lado de los más humildes, de la obra pública, de la esperanza, de los sueños, de construir un país distinto”, dijo. Luego dedicó otro párrafo a las corporaciones mediáticas. “Nos someten diariamente a presiones. Pueden escribir lo que quieran, estamos convencidos del rumbo de la Patria. Los movimientos populares y nacionales ponen nerviosos a algunos”, desafió.

Las frases de Kirchner en relación con los medios de comunicación no fueron fortuitas. En los últimos días, el Gobierno publicó en el Boletín Oficial la resolución del Comfer 143/09 que impulsa la creación de un pliego de condiciones para que nuevos actores puedan prestar “servicios complementarios de radiodifusión”, o sea TV por cable. “Ciertos sectores mediáticos nos presionan. En julio del año pasado hubo todo un movimiento destituyente”, afirmó Kirchner.