La larga controversia por la instalación de Botnia en el río Uruguay volvió a tener un nuevo capítulo. Una explosión en el interior de la pastera finlandesa provocó ayer la emanación de un espeso humo negro que dejó un fuerte olor a gas en la ciudad uruguaya de Fray Bentos y rompió los vidrios de las casas vecinas. Según voceros de la empresa, la explosión se debió a una rotura en una tubería de gases. Este episodio se agrega a las emanaciones de olores nauseabundos que denunciaron los asambleístas de Gualeguaychú en las últimas semanas y a la polémica mancha negra que reapareció en el río a principios de este mes. El gobierno uruguayo argumentó que se trataba de “una floración algal”.

Sira Muñoz, ambientalista de la primera hora, se encontraba ayer en el puente internacional General San Martín en el momento en que se escuchó la detonación. En diálogo con Página/12, relató el hecho: “A las dos y diez de la tarde estábamos con algunos compañeros y turistas del exterior que venían a conocer nuestra lucha. Nos pusimos a mirar el extraño humo gris oscuro que salía de la chimenea grande, cuando de repente sentimos una explosión estruendosa, que sonó como si fuera una bomba”. Muñoz señaló que “espero que ahora el pueblo de Fray Bentos deje el miedo de lado y abra los ojos a partir de lo que pasó y se una a nosotros”, al tiempo que cuestionó que “Botnia apenas da 40 puestos de trabajo que no justifican la destrucción de la calidad de vida que provoca y con la consecuente pérdida del turismo en la zona de muchos más puestos”.

En el mismo tono que Sira se expresó su compañero Gustavo Rivolier. Resaltó a este diario que “en Fray Bentos no se sienten seguros de los controles que está haciendo el gobierno uruguayo porque la planta comete un acto fallido tras otro”, y profetizó que “esto va a seguir mal, hasta que se muera alguien no paran”. Rivolier sostuvo que “la planta es una ilegalidad que ha cometido el gobierno uruguayo con la inversión del finlandés”.

Por el lado de Botnia, los directivos de la empresa delegaron la explicación de los hechos a sus voceros que afirmaron que “la explosión se produjo después de haber detenido las actividades de Botnia durante 48 horas por tareas de mantenimiento”, y aseguraron que “ahora se está analizando por qué se dio esta situación y seguramente el fin de semana la actividad vuelva a la normalidad”.

La Municipalidad de Gualeguaychú tomó sus recaudos en los distintos puntos ubicados a orillas del río Uruguay en el límite entre ambos países. El subsecretario de Salud y Medio Ambiente de la Municipalidad, Martín Piaggio, aseveró que “tras las explosiones se realizaron mediciones de aire en el balneario Ñandubaysal y en la localidad de Pueblo Belgrano”. Piaggio remarcó que el olor “es producido por sustancias tóxicas”.

Informe: Tomás Forster.