Los porteños no van a votar una, sino dos veces este año. Aunque Mauricio Macri argumentó en más de una oportunidad que realizar dos elecciones significaría duplicar innecesariamente un gasto para los vecinos de la ciudad, priorizó finalmente su interés político y llamó a votar legisladores el 28 de junio, cuatro meses antes de la fecha prevista para elegir diputados nacionales. El jefe de Gobierno se guardó bajo la manga los nombres de los candidatos y les pidió a sus diputados “extremar los tiempos” para implementar la boleta única en los comicios locales. En cambio, no mostró el mismo apuro por convocar la varias veces postergada elección de comunas, que (según dijo) son imposibles de realizar junto con las legislativas porque ya no alcanza el tiempo.

El líder de PRO abandonó el misterio y definió desdoblar las elecciones en la ciudad de Buenos Aires poco antes de entrar en cuenta regresiva. Le quedaban tres días si quería que la votación fuera el último domingo de junio, como anunció ayer. La movida oficial abre un panorama de incertidumbre en la mayoría de las fuerzas opositoras, que ahora deberán presentar dos propuestas electorales. Aunque no lo admitan públicamente, también le generará algún roce con sus socios bonaerenses, los diputados peronistas disidentes Felipe Solá y Francisco De Narváez, que le pedían unificar las elecciones para potenciar su alianza, haciendo campaña junto a la vicejefa Gabriela Michetti.

En los últimos meses, el jefe de Gobierno estaba sometido a presiones de dos líneas internas de PRO. Los dirigentes que cumplen funciones en la ciudad –con Michetti a la cabeza– le decían que debía priorizar la construcción local. El otro grupo, integrado en su mayoría por sus referentes en el Congreso Nacional, lo alentaba a unificar con el objetivo de proyectarse en todo el país. En ese espacio, liderado por el jefe del bloque PRO en Diputados, Federico Pinedo, especulaban con un enfrentamiento entre Michetti y la líder de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, que –en función de la victoria que le auguran las encuestas– los proyectaría indefectiblemente como líderes de la oposición al kirchnerismo.

Los opositores también le venían reclamando al jefe de Gobierno que definiera la fecha de las elecciones para poder desplegar sus estrategias de campaña. Incluso, habían iniciado contactos entre sí con la intención de elevarle un pedido formal para que no “juegue con la institucionalidad”.

Macri se inclinaba a favor de hacer un solo acto eleccionario. Pero en la conferencia de prensa explicó que “la ciudad necesita un debate propio, que refuerce la autonomía y que permita tener un escenario que no comparta la elección nacional, donde la agenda es otra”. Cerca del jefe de Gobierno relataron que, en realidad, quien terminó por inclinar la balanza fue el gurú del macrismo Jaime Durán Barba. Para el consultor ecuatoriano, los efectos de la crisis internacional le producirían un desgaste no sólo al gobierno nacional sino también al porteño. Por eso le recomendó apurar los tiempos y aprovechar que aún mantiene una buena imagen para afianzarse en el distrito. En coincidencia con esa hipótesis, el jefe de Gabinete porteño, Horacio Rodríguez Larreta, se mostró optimista. “En términos de posibilidades electorales nos sentimos muy bien”, dijo.

El ex presidente de Boca contó que resolvió desdoblar las legislativas locales de las nacionales después de escuchar todas las opiniones que al respecto había dentro de su espacio. También remarcó que la conclusión a la que arribaron fue que debía haber “un espacio separado de discusión, porque la agenda local y la nacional son distintas” y añadió: “Necesitamos saber si todas estas reformas que hemos iniciado son las que la gente quiere”. En otras palabras, el jefe de Gobierno desdobló las elecciones para plebiscitar su gestión.

“Macri se comportó como un verdadero jefe político y después de escuchar a todos, tomó la decisión más acertada, privilegiando los temas de la ciudad”, lo ensalzaron los legisladores peronistas de PRO. El titular del bloque macrista en la Legislatura, Oscar Moscariello, también destacó la decisión del jefe de Gobierno y recordó los plazos electorales: dijo que la convocatoria debe hacerse con un mínimo de 90 días de antelación y que las listas deben presentarse 60 días antes de los comicios. La inscripción de los candidatos, en tanto, cierra 50 días antes de las elecciones.

De eso no se habla

“Estoy acá como jefe de Gobierno comunicando una decisión institucional. Lo importante es hablar de lo que es bueno para que la gente viva mejor y para que haya una ciudad con mayor inclusión social”, se escapó Macri cuando le preguntaron quiénes encabezarán las listas PRO de legisladores y diputados. Y cuando le insistieron respondió: “Las candidaturas no las hemos definido”.

El debate interno en el macrismo sobre las figuras que liderarán cada una de las elecciones está abierto. Más allá de que las encuestas le dan un escenario alentador, el macrismo carece –al igual que la oposición– de dos figuras de peso para imprimir en cada boleta. Michetti, el único as en la baraja PRO, se resiste a pegar el salto al Congreso Nacional. Ella se ve como sucesora natural de Macri en la jefatura de Gobierno, cuando el empresario vaya por la Casa Rosada, y por eso no quiere alejarse del distrito. El sector de Rodríguez Larreta, en cambio, alienta la candidatura de la vicejefa a diputada para liberarse de su eventual competidora y quedarse con el trono PRO.

En la Jefatura de Gobierno dicen que Marcos Peña, el secretario general de la ciudad, sería la figura elegida para encabezar la lista de aspirantes a la Cámara baja. Le atribuyen un perfil joven, que le dejaría a la oposición poco margen para las críticas.

La otra incógnita será la definición que tomará la Coalición Cívica, el otro actor importante de la política local. Si bien ya lanzaron la postulación del economista Alfonso Prat Gay para diputado nacional, hay un fuerte debate interno por la poca aceptación que genera su figura. En su espacio le piden que sea candidata, pero Carrió se resiste por ahora a tomar la posta porque no quiere poner en juego su liderazgo en un escenario que podría no ser favorable. Por eso, la chaqueña no decidirá nada sobre su futuro sin antes ver si Macri juega finalmente a Michetti para la Legislatura.

Macri también habló en la conferencia de prensa de su voluntad de aprobar una ley que permita utilizar la boleta única en los próximos comicios. “Necesitamos el apoyo de los demás partidos políticos para contar con un elemento que claramente mejora la transparencia, la calidad democrática”, solicitó el jefe de Gobierno. La decisión de impulsar la boleta única no es sólo una apuesta a la “transparencia”, sino también otra forma más de diferenciarse del gobierno nacional. La medida deberá pasar por la Legislatura, donde el macrista y vicepresidente primero del cuerpo, Diego Santilli, llamó ayer mismo a la oposición a debatir al respecto.