Viernes, 13 de marzo de 2009 | Hoy
EL PAíS › EN LA ROSADA DESTACAN EL SESGO POLITICO DE LA PROTESTA
A pesar de que critican el cariz opositor que encarna la Mesa de Enlace, en Gobierno aseguran que no serán ellos los que interrumpan el diálogo.
Por Daniel Miguez
Casi desde el comienzo del conflicto de las cámaras agropecuarias, hace un año, en el Gobierno no tienen dudas de que los directivos de estas entidades actúan como un partido político de oposición y no como representantes de un sector productivo, pero creen que en estos días quedaron más expuestos en esa intención. Por eso, dicen, la actitud de la Casa Rosada va a ser la de seguir abriendo las puertas al diálogo y continuar avanzando en lo que se pueda respecto de las demandas de los ruralistas, con la esperanza de que los productores se den cuenta de que quienes los representan tienen otros intereses.
“La verdad que en un momento creíamos que entrábamos en una nueva etapa, que habían recapacitado y que en este escenario de crisis mundial, teníamos que tirar todos para el mismo lado. Por eso hicimos todos los esfuerzos posibles para darles muchas de las cosas que pedían, aun a costa de sacarle o no darle a otros sectores, pero, entre sus problemas internos y sus ambiciones políticas están tirando todo por la borda”, le dijo ayer un alto funcionario de la Casa Rosada a Página/12. En ese sentido, el jefe de Gabinete, Sergio Massa, señaló que “son muchos los esfuerzos que está haciendo el Gobierno nacional, recortando gastos de otras áreas para poder cumplir” con los acuerdos firmados con la Mesa de Enlace.
El martes próximo los directivos ruralistas están convocados a una nueva reunión en el Ministerio de la Producción, donde serán recibidos por cuarta semana consecutiva por la ministra anfitriona, Débora Giorgi; el ministro del Interior, Florencio Randazzo, y el secretario de Agricultura, Carlos Cheppi.
“Queremos demostrarles a los productores agropecuarios y a la sociedad que nosotros seguimos abiertos al diálogo y a seguir trabajando en la solución de los problemas que plantean. Si ellos quieren romper el diálogo y privar de soluciones a su gente, que se hagan cargo de esa decisión”, dijo el mismo funcionario para explicar las directivas que les impartió la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.
En el Gobierno, obviamente, cayeron muy mal las protestas de ayer y los discursos de los directivos de las cámaras agropecuarias, en algunos de los cuales vieron esa intencionalidad política que les adjudican. Por ejemplo, cuando el presidente de la Sociedad Rural, Hugo Biolcati, llamó a votar en contra del oficialismo en las próximas elecciones legislativas de octubre. Entre otras cosas, Biolcati dijo que en octubre “hay que mirar bien lo que sembramos para la próxima cosecha”. Consideró que estas elecciones son decisivas en sí mismas y “no una pista de prueba” para las presidenciales de 2011.
“Nadie puede decir que eso no es un discurso de un opositor político”, comentó un hombre muy cercano a la Presidenta. En la referencia incluyó también al presidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Mario Llambías, y sus conceptos. Llambías ayer dijo que octubre será un mes clave “cuando los argentinos decidan qué país quieren”.
Para ese habitante de la Casa Rosada, “la gente se está dando cuenta de que cada vez que avanzamos en darle respuestas a sus demandas, ellos buscan dinamitar el diálogo: un día toman un banco, otro día hacen un acto en Leones, ahora otro acto en las rutas”.
Para el Gobierno aún quedan cuestiones para negociar con las cámaras agropecuarias, pero repiten que no es posible tocar las retenciones a la exportación de soja y girasol, en este escenario donde las cuentas públicas se van achicando a medida que se expande la crisis internacional. En la Casa Rosada tampoco se cansan de recordar cómo hubieran crecido las ganancias de los productores rurales, sobre todo las de los medianos y pequeños, si el Senado hubiese aprobado la ley de retenciones móviles con todas las modificaciones que le había hecho la Cámara de Diputados: y no solo eso: la sola aceptación de la resolución 125, que desató el conflicto el 12 de marzo de 2008, hubiera hecho que hoy paguen menos retenciones.
Lo dijo ayer también la Presidenta: “Cuando proponíamos esas retenciones estábamos hablando de adecuaciones a las alícuotas de exportación sujetas a las variaciones del precio internacional de los comodities”.
“De eso se tratan las famosas retenciones de la 125 que si hoy se estuvieran aplicando estarían beneficiando a pequeños y medianos productores por que estarían pagando alícuotas inferiores a las actuales, además de beneficiar a aquéllos productores alejados de los puertos por el tema del flete”, explicó. Y se lamentó de “las consecuencias de eso de oponerse por oponerse no ya a lo que no se conoce, sino a lo que era conveniente”. Por último pidió que “después de tanta discusión y enfrentamiento” la enseñanza que debería dejar esta situación “es la necesidad de debatir reflexivamente y despolitizar; escuchar lo que se dice, y no quién lo dice para oponerse, sino que es lo que propone, sin importar si es peronista, radical o marxista”.
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