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Sonidos de cacerolas para todos los gustos: “tonos sencillos, variados, complejos, complejos y variados y tonos de menor variedad”. Con un click del mouse en el lugar indicado cualquier internauta puede acceder a estas cinco pistas de MP3 y motivarse con el ruido de las protestas callejeras (“o la música del pueblo argentino de pie”) en su casa o el trabajo. Noticias, foros, chats, encuestas, fotos, resoluciones de las asambleas barriales, todo sobre el cacerolazo está en el ciberespacio.
Desde la red se arenga: “convertite en corresponsal cacerolero de tu barrio, ciudad, provincia y región y mantené informada a la comunidad cacerolera”. La participación de los vecinos se extendió de las calles a la computadora, sin que esto implique su desmovilización. Por el contrario, en Internet se desatan debates intensos y día a día se actualiza el cronograma de las protestas sociales en los barrios de la Capital y en el interior del país.
El buscador Yahoo arroja tres respuestas para la palabra cacerolazo, son las páginas: c-a-c-e-r-o-l-a-z-o.com, cacerolazo.com y vaciamiento.com. Esta última creada a partir del conflicto de Aerolíneas Argentinas y reciclada luego del corralito. En la primera, una encuesta de 263 votos arroja que el 94,3 por ciento de los visitantes de la página no se siente representado ni por el Presidente, ni por los diputados, ni por los senadores. Un solitario, que corresponde al 0,4 por ciento, votó en cambio, por “todos”. Con mucho celeste y blanco, allí predominan los mensajes que piden la libertad al carapintada Mohamed Alí Seineldín y recibe insultos Julián, que plantea que “lo mejor de todo es convocar a una asamblea constituyente que reformule todo (la política, la economía y la justicia) y devuelva la necesaria confianza en las instituciones democráticas”. Un viejo militante político envía varios mensaje en un intento por contrarrestar a los seguidores carapintadas del chat y explica que “quieren a Seineldín suelto para que en las calles volvamos a ver milicos y terroristas como en el pasado”.
Además de las principales noticias de los diarios sobre la actualidad del corralito y las movilizaciones, vaciamiento.com ofrece toda una gama de servicios para el usuario: los teléfonos de las principales agrupaciones de defensa del consumidor para reclamar por los abusos, direcciones de mail de políticos y medios de comunicación locales y españoles (“para que te quejes con quien corresponda”) y una lista de senadores y diputados con jubilaciones de privilegio para que la bronca te motive. También figura allí la forma “eficaz” de protestar contra las telefónicas que esta semana se escuchó en mensajes radiales y se desparramó por mail y a través del boca a boca como una nueva leyenda urbana. El método consiste en hacer una llamada de larga distancia sin marcar el último número.
La página de cacerolazo.com, de fondo negro, logotipo de fuego y menos banderas argentinas anunciaba ayer como el resto de estos sitios la convocatoria a la protesta nacional y anticipaba de fuentes extraoficiales la preparación de un cacerolazo en Madrid para recibir la semana que viene al canciller Carlos Ruckauf.
Los creadores de la página anuncian que “no poseen vínculos ni conexiones de ningún tipo ni relación directa, indirecta, implícita o explícita con gobiernos, dictaduras, partidos políticos, grupos radicales, extremistas, sectas o cultos religiosos, organizaciones subversivas, terroristas, delincuencia organizada o mafia, narcotraficantes, guerrillas, organizaciones o instituciones paramilitares ni afines”. Según la declaración, “los miembros, participantes y contribuyentes adhieren al derecho internacional de libertad de expresión y pensamiento del mundo pacífico, civilizado, libre y democrático”.
Indymedia (argentina.indymedia.org) es una de los tantos sitios que no responden en el buscador a “cacerolazo” pero está dedicado a documentar einformar acerca de las protestas sociales. Esta página, que se presenta como “un centro de medios independientes”, nació a nivel mundial con las protestas antiglobalización de Seattle. Aquí, cuenta con un completo calendario de concentraciones de vecinos, comerciantes, gremialistas y desocupados formado a través de colaboraciones de los navegantes de la red.
Desde allí, una internauta se quejó por los que hacen cacerolazos por el corralito pero no por los que no tienen qué comer, porque subieron el dólar y no pueden irse a Cancún o Miami y no por los desempleados. Por los que reclaman que se vaya la Corte Suprema pero en los años dorados del menemismo no protestaban porque les entraba un billete en el bolsillo y por los que cuando les devuelvan los ahorros van a ver los saqueos de hambre y van a volver a decir que son ‘negros orquestados’. Algunos le dieron la razón pero un irónico le respondió: “Yo participo en los cacerolazos para levantarme alguna mina. ¿es legítimo che?”.