Los docentes porteños terminarán de definir hoy si aceptan o no la propuesta salarial formulada por el gobierno de la ciudad. El gremio mayoritario, UTE-Ctera, se reunirá al mediodía para tratar el acta con la oferta realizada la semana pasada. Algunos de los puntos en discordia son la ratificación del gobierno macrista de descontar los días de paro y la diferencia de 40 pesos que se genera en el salario inicial entre la provincia de Buenos Aires y Capital. Por eso, entre los maestros porteños hasta ayer parecía dominar la idea de rechazar la oferta, pero no volver a realizar huelgas en lo inmediato, para que los alumnos no pierdan más días de clases. En lugar de huelgas, harían movilizaciones y otras modalidades de protesta.

“Al final parece que plata había. Los cinco paros se hubieran evitado si (el jefe de Gobierno, Mauricio) Macri y el ministro de Economía, Néstor Grindetti, obraban de otra manera. Grindetti nos dijo al principio de la negociación que habían ‘rascado el fondo de la olla’ y parece que no era así”, aseguró a Página/12 el secretario adjunto de UTE, Alejandro Demichelis. Los delegados de los maestros nucleados en el gremio se reunirán para analizar la propuesta oficial, que ya cuenta con la firma de catorce sindicatos menores de los diecisiete que tienen jurisdicción en la Capital y el rechazo de uno, Ademys.

“El gobierno sabía que había programada una medida de fuerza y demoró la convocatoria a la reunión paritaria de la semana pasada”, dijo Demichelis en referencia al encuentro con el ministro de Educación, Mariano Narodowski, quien finalmente puso sobre la mesa un incremento salarial de 55 pesos en el básico y de 100 pesos remunerativos y bonificables que respetan la pirámide salarial. De acordar con la propuesta, los docentes de la ciudad percibirán 860 pesos de básico y quien inicie la carrera percibirá 1510 pesos. A pesar de la paritaria convocada por el gobierno el lunes de la semana pasada, UTE, Ademys y los privados de Sadop continuaron con la medida de fuerza de 48 horas que concretaron el martes y el miércoles.

En la paritaria que se llevó adelante en febrero, el Gobierno nacional acordó con los sindicatos docentes una suba de 200 pesos en el salario de un maestro que recién se inicia, pasando de 1290 a 1490 pesos. La cifra representa un 15,5 por ciento y ese porcentaje es lo que reclamaban las organizaciones gremiales en las paritarias regionales. Así, la falta de acuerdo entre el gobierno de la ciudad y los gremios llevó a un paro el día de inicio de clases, y llegó hasta cinco días caídos con las medidas de fuerza que se fueron sucediendo entre reuniones paritarias infructuosas por las diferencias entre lo reclamado por los maestros y la oferta de los funcionarios.

Los docentes analizarán también en el plenario de hoy la decisión de las autoridades porteñas de descontar los días de paro. “El acta es ambigua en el tema de los descuentos”, explicó el dirigente de UTE. El martes pasado, desde la cartera educativa estimaron que las quitas salariales oscilarán entre los 170 y los 480 pesos y que, al incluir el 1º de abril, la última medida de fuerza también repercutía en el presentismo de este mes. “Ya tenemos preparados los formularios para reclamar ante la Justicia”, señaló Demichelis.

Otro de los puntos que los docentes cuestionan en la propuesta porteña es la diferencia que se plantearía entre el salario inicial de los maestros bonaerenses y sus pares de Capital: los primeros lograron elevarlo a 1550 pesos frente a los 1510 ofrecidos en la ciudad.