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Carmelo Juan Giaquinta, arzobispo de Resistencia, es el nuevo titular de la Comisión Episcopal de Pastoral Social, y el obispo de San Isidro, Jorge Casaretto, fue reelecto al frente de Cáritas nacional. La votación se produjo ayer en la asamblea episcopal que se encuentra reunida en San Miguel. La información oficial al respecto no se conocerá sin embargo hasta hoy, cuando se anuncie de forma completa la nómina de todos los presidentes de las nueve comisiones episcopales que conforman la Comisión Permanente del Episcopado.
La reelección de Casaretto significa un claro aval a su gestión al frente del organismo solidario de la Iglesia que fue totalmente reestructurado durante el actual período, ampliando en mucho su capacidad operativa y su incidencia en el campo social. Giaquinta, 72 años, estuvo durante los últimos seis años a cargo del Consejo de Asuntos Económicos de la Iglesia, lugar desde el que intentó una profunda reforma económica de la institución. Obispo desde 1980, cuando fue designado auxiliar de la diócesis de Viedma, teólogo de trayectoria reconocida, Giaquinta ha llevado adelante una prédica muy severa contra la corrupción, la ineptitud de la dirigencia de todos los niveles, especialmente los políticos, siendo también un hombre sumamente crítico de la pobreza y la injusticia social. El arzobispo de Resistencia es también uno de los obispos que más asiduamente ha criticado a los medios de comunicación y a los periodistas, reclamando autocríticas y cambio de actitudes.
En su nuevo cargo el arzobispo de Resistencia tendrá que suceder al cardenal Raúl Primatesta, imprimiéndole seguramente un nuevo estilo a la pastoral social, en un frente que vincula la acción de la Iglesia con los temas y las iniciativas sociales. El cardenal cordobés, acostumbrado a relacionarse con los estamentos más altos del poder, desarrolló durante su gestión una estrategia de contactos asiduos y de negociaciones con las cúpulas políticas y de las diferentes corporaciones. Muchos católicos –y no pocos obispos– venían reclamando una acción eclesiástica en pastoral social más apoyada en las organizaciones de base, algo que ahora podría concretarse a través de la acción coordinada de Giaquinta y Casaretto en Pastoral Social y Cáritas, respectivamente.
En la jornada de ayer los obispos siguieron trabajando en la elaboración de un documento denominado genéricamente “líneas pastorales para la evangelización”, a través del cual se pretenden establecer criterios y prioridades para la acción de la Iglesia. Sin embargo, las votaciones no se interrumpieron. Trascendió también que Mario Maulión, obispo de San Nicolás, fue elegido presidente al Comisión de Comunicación, en tanto que José Rovai, obispo auxiliar de Córdoba, fue reelecto por un nuevo período en Fe y Cultura. Otros obispos que fueron confirmados en sus cargos por un nuevo período son Luis Villalba (arzobispo de Tucumán) en la Comisión de Laicos, Agustín Radrizzani (obispo de Lomas de Zamora) en Vida Consagrada y Juan Carlos Maccarone (obispo de Santiago del Estero), en Catequesis. El obispo de Villa María, Roberto Rodríguez, sería el nuevo presidente de la importante Comisión de Educación Católica, que antes presidió el ahora titular de Comunicación, Mario Maulión.
Todas las votaciones en la asamblea episcopal son uninominales y nunca por listas completas. Para cada uno de los cargos se vota en forma separada siendo necesario contar con los dos tercios de los sufragantes en las dos primeras vueltas y con la mayoría simple de allí en adelante. Cuando el proceso eleccionario culmine en la Conferencia Episcopal, los obispos católicos habrán ejercido su derecho a elegir a alguno de sus pares hasta cubrir 198 cargos distintos para un período de tres años.