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Finalmente, después de tantas idas y venidas, Eduardo Duhalde confirmó que su esposa Chiche –de mediática cruzada contra el hambre en Tucumán– “no va a ser candidata” a vicepresidente, como se especuló en los últimos meses. “Ella toma las decisiones por sí misma, lo estaba pensando pero lo dejó de pensar cuando se dio cuenta que era más importante para la sociedad que estuviera dedicándose a este tema tremendo que tenemos en Argentina, que es la mortalidad infantil”, afirmó Duhalde. Después del anuncio sobre Chiche, con implícitas consecuencias para la interna del PJ, el Presidente evaluó su gestión con una metáfora futbolera. “Argentina estaba en terapia intensiva, íbamos perdiendo cuatro a cero y hoy hemos empatado”, se entusiasmó ayer, con el argumento de que en noviembre creció la “mano de obra ocupada” en varias ramas de la economía.
Ayer, en su programa habitual de los sábados, Duhalde se propuso transmitir confianza sobre el futuro de la economía y, como lo viene haciendo en las últimas semanas, destacó los supuestos logros de su gestión. En ese sentido, luego de referirse al repunte de varias actividades económicas, se reunió con el ministro de la Producción, Aníbal Fernández, para analizar varios temas relacionados con “la exportación y la sustitución de importaciones”. Esos son, justamente, los rubros que experimentaron un alza tras la ventaja comparativa que acarreó la devaluación. Además, a la hora de dar buenas noticias, Duhalde remarcó que los planes Jefes y Jefas de Hogar se mantendrán todo el tiempo necesario hasta que se los pueda reemplazar “por trabajo”. “No dependen de los acuerdos con organismos internacionales”, tranquilizó el Presidente.
En cuanto al anuncio sobre Chiche, Duhalde explicó que la coordinadora de Políticas Sociales se excluyó de las elecciones para evitar las suspicacias sobre el “Operativo Rescate” contra la desnutrición en Tucumán. “Hay que sacarlo de lo electoral, si no toda acción pasa a estar teñida de electoralismo”, argumentó. La decisión de Chiche repercutirá rápidamente en la interna del PJ. En concreto, podría sepultar el proyecto presidencial de José Manuel de la Sota, que aspiraba a repuntar en las encuestas valiéndose de la imagen pública de la mujer de Duhalde.