La mayoría de los bloques de la oposición de la Cámara de Diputados resolvió finalmente convocar a una sesión especial para el día 2 de marzo con el objetivo de dejar sentado su rechazo al DNU del Fondo del Bicentenario que el oficialismo intentará aprobar en el Senado. Aunque no alcanzaron un acuerdo con los legisladores de centroizquierda que comanda Fernando “Pino” Solanas, los opositores que impulsan la convocatoria aseguraron tener 131 diputados, dos más que los necesarios para habilitar el debate. En el oficialismo, sin embargo, pusieron en duda que vayan a reunir siquiera el número requerido para sesionar.

Los diputados de la oposición que quieren anticiparse al tratamiento del DNU en la Cámara de Senadores se reunieron con el sector encabezado por Solanas y trataron de asegurarse su respaldo a la convocatoria, pero no lo lograron. A cambio de su apoyo, los legisladores de ese espacio de centroizquierda exigían los votos que aseguraran la aprobación de los proyectos de creación de un “fondo de desarrollo” y de una comisión bicameral de control de la deuda externa. Los opositores asumieron el compromiso de tratar ambas iniciativas, pero no garantizaron que fueran a levantar sus manos para aprobarlas.

“Nuestro objetivo no es sopapear al Gobierno, es tratar seriamente el tema. No estamos de acuerdo con el DNU, pero no compartimos los objetivos de la oposición más dura. Plantear no al DNU sin una alternativa es terminar empujando hacia al ajuste”, le explicó a Página/12 el diputado de SI Eduardo Macaluse, del bloque de once miembros que comanda Solanas.

Esa bancada estuvo representada en la reunión de ayer por la diputada de Libres del Sur Cecilia Merchán. Del otro lado estaban los legisladores Silvana Giudici (radicalismo), Lisandro Viale (socialismo), César Albrisi y Enrique Thomas (Peronismo Federal), Marcelo López Arias (PJ disidente), Patricia Bullrich y Horacio Piemonte (Coalición Cívica), Paula Bertol (PRO) y Gerardo Milman (GEN). Los legisladores acordaron volver a reunirse mañana para ultimar los detalles de la sesión especial y afinar el lápiz en cuanto al quórum.

El conglomerado opositor insiste en tener 131 voluntades, número difícil de alcanzar, aun después del recambio legislativo. El macrista Esteban Bullrich está de licencia y el catamarqueño Genaro Collantes falleció semanas atrás y todavía no fue reemplazado. “Nadie lo sabe bien, hay una porción que es lábil. Son esas cosas que se dicen para mostrar un número. Cantan envido con 24 y te dicen que tienen 33”, desafiaba un legislador del bloque de Solanas.

La sesión del 2 de marzo, impulsada por el jefe del bloque radical, Oscar Aguad, tiene como fin condicionar y presionar la votación en el Senado del DNU del Fondo del Bicentenario, que como todo decreto de necesidad y urgencia necesita de la aprobación de una sola Cámara para quedar firme.

La situación desventajosa para aprobarlo en Diputados forzó al oficialismo a buscar su aprobación en la Cámara alta. Y pese a que ayer el titular de la bancada radical en Senadores, Gerardo Morales, aseguró que “hay 37 votos en contra del DNU”, la oposición no quiere darle margen al kirchnerismo para revertir la situación. “Y puede haber más”, agregó optimista Morales.

Desde el sector encabezado por Solanas reclaman el compromiso para aprobar sus dos propuestas y cuestionan la obsesión opositora por sesionar antes de que lo haga el Senado. Desde los bloques duros de la oposición aseguraron que esas iniciativas serían tratadas, pero dijeron que no podían apoyarlas porque todavía no las conocían en detalle.

Fuentes de Proyecto Sur relataron que había más predisposición para la creación de la bicameral de investigación del origen de la deuda externa, pero que hasta el momento no había una definición sobre la creación de un Fondo Nacional de Desarrollo con reservas del Banco Central.

En paralelo, había algunas cuestiones legales que todavía estaban analizándose. Si bien puede convocarse a una sesión especial para tratar el DNU del Fondo del Bicentenario, la situación no sería la misma en el caso de dos proyectos que no fueron tratados por las comisiones intervinientes.