Martes, 2 de marzo de 2010 | Hoy
EL PAíS › MENSAJE PRESIDENCIAL > CRISTINA KIRCHNER ANUNCIó LA DEROGACIóN DEL DNU DEL FONDO DEL BICENTENARIO Y SU REEMPLAZO POR OTROS DOS DECRETOS
La Presidenta inauguró las sesiones ordinarias con un discurso de casi dos horas. Sobre el final anunció el cambio de decretos para crear un fondo de reservas que sirva para pagar la deuda. La oposición acordó realizar una sesión el jueves para anularlos.
Por Miguel Jorquera
El anuncio más importante llegó casi sobre el final del discurso presidencial de ayer ante la Asamblea Legislativa en la apertura de las sesiones ordinarias del Congreso. Cristina Fernández de Kirchner dijo que anulaba el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) 2010 que creaba el Fondo del Bicentenario para pagar deuda externa por 6569 millones de dólares con reservas del Banco Central. Pero a renglón seguido anunció que firmó un decreto simple para pagar unos 2372 millones a los organismos de crédito internacionales y un DNU que utilizaría 4187 millones más de las reservas para cancelar vencimientos de este año con la supervisión de una comisión bicameral parlamentaria. Después de algunos cabildeos y opiniones encontradas, el conglomerado opositor –UCR, CC, PJ disidente, PRO, PS y Proyecto Sur– acordó en una reunión convocar a una sesión especial el jueves para declarar la nulidad de los decretos (ver página 4). Antes, la Presidenta había criticado a la oposición por “judicializar las decisiones políticas”.
Cristina Kirchner llegó al Congreso poco antes de las 11, acompañada de su esposo, el ex presidente y ahora diputado Néstor Kirchner. Afuera, la esperaban los movimientos sociales K para llevarle su apoyo. Adentro, la recibieron sus partidarios y legisladores entonando la marcha peronista que bajó desde las gradas del recinto de Diputados. Los legisladores opositores, en tanto, aguardaban el discurso presidencial.
La Presidenta arrancó su mensaje manifestando su solidaridad con el pueblo de Chile tras el terremoto y comunicó el envío de ayuda humanitaria. Una medida que incluye el traslado de 54 médicos, cuatro plantas generadoras de energía y otras cuatro de agua potable. Además de 1800 toneladas de alimentos no perecederos y más de medio millón de litros de agua mineral comprometidos por empresarios privados. El anuncio fue aplaudido.
Enseguida la Presidenta se abocó a la página nacional para defender su gestión ante las críticas con una frase que repitió hasta convertirla en el eje de su mensaje. “Percibo que, aparentemente, hay dos países: uno, el real que bate records de consumo y recaudación, y otro, el país mediático, donde nada está bien y todo está mal”, expresó CFK.
“Nos tocó abordar el 2009 en el marco de la crisis global más importante que se tenga memoria y se hizo con superávit”, recordó la Presidenta y afirmó que “el objetivo que nos planteamos frente a la crisis era evitar la generación masiva de despidos”. Allí empezó a desplegar datos sobre la economía durante su gestión. “La recaudación por ventas de 2009 fue un billón 790 mil millones de pesos, 98 millones más que en 2008 que fue año de excelencia y la balanza comercial batió records. Esto no fue magia ni artilugio, fue simplemente gestión y una fuerte intervención de políticas de Estado”, señaló la Presidenta frente a los legisladores. Tampoco faltó una larga enumeración de las obras de infraestructura impulsadas por el Gobierno en distintos lugares del país.
Fue entonces donde la Presidenta se refirió a las reservas. “La variación de las reservas acumuladas ha sido de 32.566 millones de dólares y el año pasado acumulamos 1411 millones más pese a la crisis, con lo cual este año estamos superando los 48.000 millones de dólares”, dijo CFK y aseguró que se trata “del crecimiento de reservas más importante del que se tenga memoria”.
Pero recién al final del discurso retomó el tema, para referirse al pago de los vencimientos de la deuda y soltar sus decisiones. “La judicialización alcanzada había desnaturalizado facultades que son propias del Poder Legislativo y del Poder Ejecutivo”, sostuvo la Presidenta como parte de sus críticas a la oposición por “judicializar” las decisiones del Gobierno que “deben resolver la política”. Luego anunció que anulaba el DNU 2010 que creaba el Fondo del Bicentenario, que desató la crisis en la conducción del Central y la embestida opositora contra el uso de reservas. Ahí, muchos legisladores opositores también acompañaron con su aplauso el anuncio presidencial, pero volvieron a fruncir el ceño luego, cuando se dieron cuenta de que las modificaciones no terminaban con la marcha atrás del cuestionado DNU.
“Hemos afectado 4187 millones de dólares de reservas y conformamos una comisión bicameral, integrada por ocho senadores y ocho diputados, para que sigan, vigilen y controlen cada uno de los pagos que se efectiviza con esas reservas”, precisó para anunciar otro DNU y aclarar “que la deuda que se está pagando fue originada en gobiernos anteriores”. Además de volver a mencionar el default declarado en 2001 que privó al país del crédito internacional.
También se refirió a otro decreto simple para saldar compromisos asumidos con los organismos de crédito multilaterales, avalado por ley cuando Néstor Kirchner canceló la deuda con el FMI. Aunque en este caso, la Presidenta no hizo referencia a cifras se especulaba que el monto alcanzaría los otros 2372 millones de dólares que preveía el frustrado Fondo del Bicentenario.
CFK enfrentó los temas de la agenda política sin dejar de marcar sus críticas a la oposición. Negó que la Argentina esté aislada en el contexto internacional, contraponiéndola con el “éxito diplomático” que significó el respaldo de todos los países de América, salvo Estados Unidos y Canadá, en el reclamo sobre la soberanía sobre Malvinas en la reciente cumbre celebrada en Cancún. El Reino Unido “no puede ampararse más en Galtieri”, dijo la Presidenta para reiterar la decisión política de mantener en vía diplomática en el reclamo por la soberanía sobre las islas: “Queremos sentarnos como indica Naciones Unidas a discutir con el Reino Unido, teniendo en cuenta los intereses de los habitantes de Malvinas”, afirmó.
También mencionó no pocas medidas de su gobierno que no recibieron el respaldo opositor. “Lo hicimos solos, con los votos del oficialismo y de los partidos aliados y de aquellos que pensaron que era importante recuperar para el Estado la administración de recursos para los trabajadores”, dijo e incorporó en ese listado las leyes de asignación universal por hijo que “alcanzó a 3,5 millones de niños y jóvenes hasta los 18 años” y la estatización de las AFJP para retomar el sistema jubilatorio de reparto bajo control del Estado.
La Presidenta adelantó que el gobierno nacional lanzará un “plan de articulación de la seguridad nacional”, aunque advirtió que “no vamos a poder mejorar los estándares de seguridad si no mejoramos los estándares de justicia, que es la otra gran demanda que tiene la República”. Defendió la decisión de conformar una Corte Suprema independiente, pero reclamó otros objetivos en un tono crítico: “Necesitamos una Justicia que sea independiente del resto de los poderes políticos y de los poderes económicos concentrados. Necesitamos jueces que fallen no de acuerdo con la tapa de Clarín, sino de acuerdo con el Código Civil y Penal”, proclamó.
También dedicó la parte final de su discurso a la política de derechos humanos, reclamó a la Justicia acelerar los juicios contra los represores de la dictadura y celebró la aparición del “nieto 101” de los chicos apropiados durante el terrorismo de Estado. Y hasta abordó la decisión de recuperar a las Fuerzas Armadas para la democracia.
Sin embargo, el tema económico dominó las repercusiones entre los legisladores opositores. El tema de bloquear el uso de reservas sigue siendo uno de los pocos ejes que unifica a casi todo el conglomerado opositor. Esta será la primera disputa parlamentaria en el período de sesiones ordinarias que la Presidenta inauguró ayer.
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