Daniel Scioli inauguró el período de sesiones ordinarias en la provincia de Buenos Aires con algunos párrafos claves en los que subrayó un “estratégico” alineamiento con el gobierno nacional. Aunque no mencionó el Fondo del Bicentenario, respaldó “las políticas nacionales de desendeudamiento” y señaló la “convicción” de “querellar al terrorismo de Estado”. Scioli se mostró a favor de alcanzar un consenso con el campo y anunció un proyecto de ley de hidrocarburos. La oposición criticó el mensaje como producto de una provincia “irreal” y parte del país de “sciolilandia”. Francisco de Narváez presenció la inauguración de las sesiones desde uno de los palcos.

Scioli abrió las sesiones ordinarias de un año difícil, con una Legislatura en la que el oficialismo mantiene la primera minoría, con 36 de los 92 diputados en la Cámara baja y 19 de los 46 senadores. En una provincia clave, con el oficialismo golpeado tras las elecciones de junio del año pasado y con un gobernador sobre el que cada tanto se tejen rumores de ruptura con el gobierno nacional, el anclaje del mensaje con varias referencias al Ejecutivo nacional dejó en claro su alineamiento.

“Ustedes saben –dijo– que en nuestros doscientos años de historia cada vez que la Nación y la provincia no unieron sus fuerzas, las consecuencias las pagó el país. Por eso es una decisión estratégica de este gobernador promover y afianzar el entendimiento y la acción conjunta de la provincia con el gobierno nacional y los municipios.”

Habló del rol “irremplazable” del Estado. Y elípticamente recordó la necesidad de discutir la coparticipación, una de los reclamos más recurrentes de los intendentes. “No nos quedamos esperando el necesario debate por un nuevo régimen de coparticipación federal de impuestos –dijo– que constituye sin dudas una asignatura pendiente para nuestra democracia; al contrario, buscamos soluciones con un ordenamiento fiscal equitativo.”

Otro de los subrayados fueron las cuentas. Negó la existencia de un supuesto presupuesto con rojos. “Se decía que no íbamos a poder pagar los sueldos y que volverían los patacones y las cuasimonedas –agregó–; la realidad indicó lo contrario.”

El anuncio quizá más importante fue el proyecto de “ley de hidrocarburos” que enviará, según dijo, a fines de marzo al Congreso. Un proyecto que alienta las inversiones para su exploración, extracción y explotación. “Al iniciar la gestión encaramos estudios exploratorios que dan indicios de la presencia de gas y carbón en nuestro territorio. Estamos ante las puertas de un hallazgo que puede representar un gran cambio en la matriz económica.”

En materia de seguridad, uno de los problemas locales más calientes, defendió el proyecto de reforma del Código Contravencional, pidió intervención a la Legislatura. “No se trata de dar más poder a la policía, sino a los ciudadanos.”

Más tarde, dedicó dos párrafos a la política de derechos humanos. Para los diputados del FpV fue uno de los tramos más políticos del discurso, porque representa un eje clave de las políticas del gobierno nacional y es cuestionado por sectores del peronismo ortodoxo. “En la búsqueda de la paz social y la seguridad ciudadana realizamos nuestro pleno compromiso con la verdad, la justicia y la plena vigencia de los derechos humanos. Agradezco la labor de Sara Cobacho, que permite que la provincia continúe actuando como parte en los juicios por los crímenes de lesa humanidad, porque es una convicción de este gobierno que, en contra de la impunidad, el Estado democrático querelle al terrorismo de Estado.”

El presidente de la Cámara de Diputados, Horacio González, clave en la articulación con el PJ, dijo en un comunicado que Scioli “ha mostrado el balance de una gestión exitosa”. Para los diputados del GEN-PS la mirada no fue la misma. “Estamos cansados de escuchar dobles discursos de parte de Scioli, nos hablan de una realidad paralela totalmente distinta a la que padecemos todos los días”, dijo el presidente del bloque de senadores Luis Malagamba.