El fracaso de la oposición en el Congreso durante la última semana, tanto para derogar el decreto que habilitó el uso de reservas destinadas al pago de deuda cuanto a rechazar el pliego de Mercedes Marcó del Pont como presidenta del Banco Central, sigue generando reacciones dispares entre los referentes de cada partido. El senador radical Juan Carlos Marino sugirió a los correligionarios “bajar un cambio”, destacó que la UCR tiene tres potenciales candidatos para las elecciones de 2011 y recomendó “no tratar de que uno desplace al otro sino llegar con la escudería completa y correr con el mejor”. La diputada Margarita Stolbizer, presidenta del bloque GEN, reclamó al radicalismo “gestos para constituir un frente progresista muy amplio” con el fin de “empezar a discutir un programa de gobierno”. Elisa Carrió, líder de la Coalición Cívica, se diferenció al correr el eje de la clase política hacia la responsabilidad de la ciudadanía. “El hecho de que haya veinte o treinta bloques no es problema de la oposición sino de la sociedad que votó así: no votó a un líder, votó a muchos opositores”, lamentó.

Marino, vicepresidente del Senado, eligió una metáfora fierrera para describir el panorama radical: “Vamos a correr un gran premio en el 2011” y “tenemos tres autos como mínimo con posibilidades de llegar”, dijo, en referencia al vicepresidente Julio Cobos, el senador Ernesto Sanz y el diputado Ricardo Alfonsín. “No podemos romper los autos entre sí”, explicó, y recomendó “no tratar de que uno desplace al otro sino llegar con la escudería completa y correr con el mejor.” En referencia al alto voltaje de algunas declaraciones del amplio espectro opositor, consideró que “lo primero que tenemos que hacer los radicales es bajar un cambio”.

Stolbizer, líder de GEN, contó que mantuvo reuniones con el radical Sanz con vistas a formar “un frente progresista muy amplio”. Aseguró tener “mucha confianza depositada en él y en la voluntad que está poniendo”, aunque también consideró que “el radicalismo tiene que empezar a hacer gestos en función de su voluntad de constituir un frente progresista muy amplio que nos incluya a todos”. Stolbizer advirtió a los radicales que si “siguen preocupados tan exageradamente en su propia interna, esto termina siendo expulsivo para el resto y pone en riesgo el espacio”. “Después de que se salga de esta crispación permanente hay que empezar a discutir un programa de gobierno”, propuso, y aseguró tener “una gran expectativa”.

Tras la derrota del miércoles en Diputados, cuando la oposición no logró rechazar el DNU sobre el pago de deuda con reservas, Carrió consideró que “tenemos que lograr una sesión ordinaria” para echar por tierra el decreto. Firme en sus convicciones, advirtió que “estoy segura de que vamos a ganar pero, si perdemos (sic), que la sociedad sepa a quién votó”. “Tenemos que hacer funcionar el Congreso”, reclamó, y con su habitual mesura envió un mensaje a sus colegas del amplio entramado opositor: “Fuimos votados para poner límites a la prepotencia”. En su tradicional arremetida contra la Casa Rosada, la líder de la CC manifestó su certeza de que “la Argentina sin los Kirchner y con un acuerdo de buena fe tiene el futuro asegurado”. Luego relativizó y agregó problemas de fondo: “El gran obstáculo al desarrollo de la Argentina es su cultura, su corrupción y el método de gobierno de los Kirchner”.