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“Yo creo que va a ser el candidato de este sector y por lo tanto yo lo voy a apoyar. Voy a estar apoyando a (Néstor) Kirchner”. Ayer, por primera vez desde que se desató la interna, Eduardo Duhalde definió en público su estrategia: construir un frente renovador del peronismo e instalar al gobernador de Santa Cruz como candidato presidencial. Las declaraciones del Presidente no sólo aclaran el panorama: también son un modo de convencer a aquellos dirigentes que –sobre todo en el PJ bonaerense– todavía no terminan de aceptar la candidatura de Kirchner.
“Vamos a consolidar un nuevo espacio renovador del peronismo, para defender un modelo económico productivo y no dar, en este plano, un sólo paso atrás. Esa fuerza que se está conformando es la fuerza que voy a apoyar y creo que el nuevo abanderado de ese espacio es, precisamente, el gobernador de Santa Cruz”, sostuvo Duhalde.
Por primera vez, el Presidente hizo público su apoyo a Kirchner y su decisión de empujar un frente renovador, que se presentará públicamente el martes que viene. La estrategia se terminó de definir esta semana luego de dos reuniones en Olivos. En aquellos encuentros, el Presidente insistió con que las elecciones se realizarán el 27 de abril y ratificó su decisión de no presentarse.
Ayer, además, manifestó su apoyo a Kirchner. La decisión no es casual: los gobernadores y dirigentes que aceptaron sumarse al nuevo frente y encolumnarse detrás del gobernador le habían reclamado al Presidente que clarificara su estrategia para terminar con las especulaciones en torno a otras candidaturas.
Hasta ahora, Duhalde sumó a un puñado de dirigentes claves del PJ: el gobernador de Buenos Aires, Felipe Solá, el de Jujuy, Eduardo Fellner, el de Formosa, Gildo Insfrán, el de Tucumán, Julio Miranda, y el vice de Tierra del Fuego, Daniel Gallo. Además, el Presidente consiguió el apoyo del porteño Daniel Scioli y del senador chaqueño Jorge Capitanich, que ayer aseguró que Kirchner debería estar acompañado por un dirigente bonaerense.
Pero, además, el Presidente aspira a sumar a otros referentes: ayer viajó a Misiones, donde se reunió con el gobernador, Carlos Rovira, y con el senador Ramón Puerta (ver nota central). También aspira a conseguir el apoyo de Carlos Reutemann, que ayer fue internado con un cuadro de gastroenteritis, y de otros dirigentes, como el jefe del bloque de senadores, José Luis Gioja.
Uno de los ejes de la estrategia consiste en alinear al peronismo bonaerense. En este sentido, no es casual que ayer Duhalde respondió con un no rotundo cuando le preguntaron si Solá podría secundar a Kirchner en la fórmula: el Presidente sabe que el gobernador aspira a su reelección e hizo todo lo posible por no desairarlo: “El está decidido a ser candidato a gobernador y me parece que hace bien. Es un hombre que ha trabajado en el peor año para la provincia, honesto a carta cabal, corajudo, un dirigente joven, que tiene mucho porvenir. Y, por eso, me parece que su decisión de quedarse en la provincia es una buena determinación”, aseguró.
Pero Duhalde aún tiene que terminar de convencer al resto del aparato bonaerense: salvo el intendente de La Matanza, Alberto Ballestrini, alineado con Kirchner, los caciques del peronismo de la provincia todavía no se resignan a aceptar la postulación del santacruceño y –aunque cada vez con menos ímpetu– todavía prefieren a Duhalde como candidato.
A pesar de las resistencias, Duhalde parece convencido de que el peronismo bonaerense terminará apoyando sus planes. “Los intendentes de una provincia productiva como la mía ven cómo se ha puesto en marcha la economía en todos los municipios. Por eso, yo creo que respecto de este nuevo espacio que se está formando hay un anhelo generalizado”, concluyó.