Esta vez no hubo conferencias de prensa ni reproches mutuos, salvo el reclamo de que se descuenten de las dietas los días que los diputados no asisten a la sesiones. Pero el Grupo A volvió a paladear la impotencia de no conseguir quórum porque no logró sentar a todos sus legisladores en las bancas. Aunque sólo le faltaron tres de los 129 necesarios para habilitar el debate, el de ayer fue el segundo fracaso consecutivo del conglomerado opositor en una larga serie de frustraciones similares a lo largo de todo el año parlamentario. El kirchnerismo esperó tras los cortinados y su jefe de bloque, Agustín Rossi, fue el único que ingresó al recinto para pedir que se diera por caída la sesión. Afuera, volvió a repetir, como un déjà vu, el latiguillo oficialista: “Si la oposición es mayoría en la Cámara y en todas las comisiones legislativas, es la responsable de reunir el quórum para sesionar”.

Rossi entró al recinto a las dos y media de la tarde y desató la de-sesperación entre los legisladores opositores. “Señor presidente, ya pasó la media hora de espera reglamentaria y no hay quórum para sesionar, le pido que dé por caída la sesión”, dijo Rossi dirigiéndose a Eduardo Fellner. Alguien pidió “unos minutos más” de tolerancia y rápidamente muchos tomaron sus celulares para tratar de apurar a los ausentes. Diez minutos después Rossi reiteró el pedido. El tablero electrónico marcaba 127 diputados presentes –con Rossi incluido–, la oposición no logró sumar a ningún otro de legislador y la sesión se cayó.

Frente a la derrota, la peronista disidente Graciela Camaño fue la primera en reaccionar y pidió que se aplicara el reglamento y se descontara de la dieta a los diputados que “no hayan justificado su falta”. “Que se les descuente como lo sufre cualquier trabajador de una fábrica”, sentenció Camaño, y provocó la reacción del resto de los legisladores opositores, que aprobaron su reclamo con un aplauso. “Hagan lo que quieran, pero la sesión se cayó”, replicó Rossi para volver a dejar al desnudo el fracaso opositor.

Aunque las ausencias cruzaron transversalmente a todos los bloques opositores, hubo algunas más notorias. Fernando “Pino” Solanas no estuvo porque viajó a Italia para recibir un premio. Proyecto Sur tuvo, además, otros tres ausentes entre sus once diputados, entre ellos Miguel Bonasso. También faltaron los tres diputados del juecismo cordobés. Su referente político, el senador Luis Juez, sólo pudo justificar a uno de ellos y explicó que se ausentó “por enfermedad”. Hubo otras ausencias, justificadas o no, entre radicales, CC, peronismo disidente y el macrismo. Los sucesivos fracasos opositores de sesionar habían acumulado varios de sus propios proyectos sin que éstos llegaran al recinto. Una situación que para la oposición justificaba, en la previa, la necesidad de sesionar dos días esta semana. La falta de quórum volvió a postergar el temario que oficialistas y opositores habían acordado ayer por la mañana.

La propuesta opositora incluía una larga lista de proyectos, como la ley Anticorrupción; la creación de una comisión investigadora sobre el funcionamiento de la Oficina Nacional de Control Comercial Agropecuario (Oncca) y el pedido de informe sobre un estudio de la Auditoría General de la Nación (AGN) que plantea supuestas irregularidades en el órgano de Control de Concesiones Viales (Occovi). También figuraba en el temario una iniciativa sobre la forma de distribución de los ATN y reforma al Impuesto a las Ganancias. El oficialismo había propuesto avanzar en el proyecto de ley de Servicios Domésticos que el Gobierno envió al Congreso. El tratamiento de una nueva ley de Trata de Personas había sido consensuado entre ambos sectores.