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El presidente Eduardo Duhalde tuvo ayer su primer encuentro con los cuatro jefes militares y, como en todo contacto inicial, la agenda no escapó de los temas de rigor. Los comandantes llevaron el alerta sobre los problemas presupuestarios que debe atravesar cada una de sus fuerzas y, como contrapartida, hicieron explícita “la total subordinación de las Fuerzas Armadas al orden constitucional”. Una frase que el Gobierno deseaba escuchar en un momento de convulsión social y en la que algunos sectores políticos aseguran que hay quienes trabajan por una salida cívico militar.
La reunión no formaba parte de la agenda presidencial del día y se realizó en el despacho de Duhalde con la presencia del ministro de Defensa, Horacio Jaunarena. Participaron el jefe del Estado Mayor Conjunto, teniente general Juan Carlos Mugnolo, el del Ejército, general Ricardo Brinzoni, de la Armada, almirante Joaquín Stella, y de la Fuerza Aérea, brigadier Walter Barbero.
Pasó lo típico en este tipo de encuentros. Los militares invitaron al Presidente a visitar unidades en el interior mientras le contaban de las dificultades para hacer operativas a las fuerzas. Duhalde y Jaunarena le contaron de sus deseos de que las Fuerzas Armadas continúen en su labor más de tipo social, como lo hacen en inundaciones y catástrofes.