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Para Osvaldo Iadarola, secretario general de Foetra Buenos Aires –la Federación de Obreros y Empleados Telefónicos de la República Argentina que representa a la Capital Federal y al primer cordón del Gran Buenos Aires–, a la mesa del Diálogo Argentino que patrocinó el Gobierno todavía le falta que se sienten ellos: los sindicalistas del gremio. “El Estado tiene que discutir con las empresas qué va a hacer en los próximos cinco años en el área. Y entendemos que nosotros también tenemos que estar presentes porque podemos aportar infinidad de ideas”, dijo en una entrevista con Página/12 en la que también habló de la concientización de la sociedad respecto de la necesidad de rediscutir la relación del Gobierno con las empresas privatizadas y de sus ganancias.
–¿Cómo quedó la relación con Telecom luego de los últimos despidos que intentó hacer la empresa?
–Hubo 413 compañeros que fueron despedidos sin causa alguna. Fue un conflicto de una envergadura muy importante. El tema era tratar de modificar el convenio colectivo de trabajo, que es un convenio bueno para los trabajadores. Triunfamos porque los empleados fueron reincorporados. Este fue, a nuestro entender, un conflicto armado con la anuencia de la Foeesitra, que es el otro gremio que representa a los telefónicos. Su titular, Rogelio Rodríguez, es secretario adjunto de la CGT de Rodolfo Daer. Es hipermenemista.
–¿Cómo están viviendo como sindicalistas esta especie de cuestionamiento social hacia las empresas privatizadas?
–Nosotros venimos siguiendo con mucha seriedad el tema porque el área de las telecomunicaciones es lo que se denomina un servicio público. Por otro lado, es un negocio de mucha rentabilidad. Llegó a tener giros de diez mil millones de pesos en su momento. Entonces merece que hagamos un seguimiento. Pensamos que es necesario que el Gobierno se siente con las empresas en el marco del diálogo político. El Estado tiene que sentarse con las empresas a discutir no coyunturalmente, sino a definir qué va a hacer en los próximos cinco años en el área. Y en eso entendemos que nosotros también tenemos que estar presentes porque podemos aportar infinidad de ideas. También están los mecanismos para poder salir seriamente de la situación prácticamente anárquica que vivimos desde hace diez años en el sector.
–¿Por ejemplo?
–Cuando se privatizaron las empresas, llegamos a pagar las tarifas más altas del mundo.
–¿Y cómo se soluciona eso?
–Tiene que haber una concertación seria. Tanto los entes de contralor, como la Cámara de Diputados, la Comisión de Comunicaciones; tienen que cumplir su función. Ya en el momento en el que se planteó la desregulación telefónica nosotros sostuvimos que los trabajadores y las organizaciones de usuarios tenían que estar presentes en el debate.
–¿Los lobbies no son demasiado fuertes como para que los pueda enfrentar un gobierno que asumió en un momento tan crítico?
–Los lobbies son fuertes en todas partes del mundo. Yo creo que no hay que tenerles miedo, de hecho hay países como Estados Unidos en los que está legalizado. El tema es que haya una política. Si hay una política en el área de las telecomunicaciones, seguramente va a haber una meseta, tranquilidad, inversiones. Buenos sueldos para los trabajadores y estabilidad laboral.
–¿Y ustedes qué proyectos tienen?
–Antes de la privatización, en el año ‘90, había diferentes posturas. Quien te habla creía que una de las alternativas era que el Estado tuviera el 51 por ciento de las acciones. Eso ya está, pero hay que ordenarlo seriamente. Por eso reivindicamos que se dé una mesa de concertación.
–Como sindicato, Foetra Buenos Aires no suele hacer paros para afrontar los conflictos. ¿Cómo trabajan?
–Tratamos de preservar al trabajador para que no esté expuesto cuando hay un conflicto. Tenemos un plenario de casi cuatrocientos delegados que tienen fueros gremiales y llevan adelante las políticas.
–¿Cuántos trabajadores tiene el área?
–En Telecom trabajan alrededor de nueve mil personas y en Telefónica alrededor del diez mil. Ahí entran jefes, personal de base, calculá la mitad.
–¿Y cuántos despidos hubo desde que se privatizó el sector?
–Casi el 50 por ciento. Hubo despidos por dos motivos. Podemos conceder que la empresa estaba sobredimensionada en algunos sectores. Pero otros despidos fueron producto de esta política que se implementó con retiros voluntarios y la complicidad de dirigentes que dejaron a la gente en la calle.
–¿Cuáles son los últimos balances de las empresas?
–Tengo en la cabeza el balance que piensa cerrar Telecom este año: ronda los 82 millones de dólares.