El Consejo del Partido Justicialista de la provincia de Buenos Aires tuvo su segunda reunión desde que Hugo Moyano asumió su presidencia, y la tarde no fue sencilla. El clima llegaba caldeado por las declaraciones que el intendente de La Plata, Pablo Bruera, había dejado caer por la mañana, sumamente críticas con el sindicalista. Además, durante la tarde corrieron rumores de un boicot de algunos intendentes que intentarían “vaciar” el encuentro para quitarle legitimidad. Sin embargo, el titular de la CGT logró hacer sesionar el máximo órgano del partido a nivel provincial y cumplió su objetivo de darle una banca de consejero al diputado nacional Omar Plaini, que también fue nombrado tesorero del PJ bonaerense. Además, se aprobó una manifestación de repudio por el asesinato de Mariano Ferreyra y otra en apoyo del proyecto de reparto de ganancias entre los trabajadores que impulsa la CGT en el Congreso.

Mucho se especuló sobre la reunión del Consejo en los días previos, y todas las dudas se hicieron presentes en La Plata cuando, después de las 18, hora de la cita, eran más las sillas vacías que las ocupadas en la sede del partido (que, dicho sea de paso, Moyano planea llevar a la Capital, para acercarla a los dirigentes de zona norte y oeste). Sin embargo, y a pesar de ciertas ausencias notorias, finalmente hubo quórum y el máximo órgano del PJ bonaerense pudo sesionar: estuvieron presentes representantes del gabinete del gobernador Daniel Scioli, como su jefe de Gabinete, Alberto Pérez, y la ministra de Infraestructura, Cristina Alvarez Rodríguez; intendentes como Hugo Curto (Tres de Febrero), Mario Ishii (José C. Paz), Juan José Mussi (Berazategui), y representantes de la juventud, entre otros.

Las causas del malestar de un sector del partido con Moyano son diversas y se remontan en el tiempo. La relación con ciertos intendentes se tensó también con la decisión de hacerle un lugar en la mesa al diputado Omar Plaini, histórico dirigente de los canillitas y hombre de su confianza, y además nombrarlo tesorero (queda por debajo del secretario de Finanzas, el intendente de Ituzaingó, Alberto Descalzo, ayer ausente con aviso). Algunos intendentes creen que “el cupo sindical está cubierto” con la presencia del mismo secretario general de la CGT en el sillón de presidente que dejó vacante el vicegobernador Alberto Balestrini por cuestiones de salud.

Uno de los que buscó debilitar al sindicalista es Bruera, intendente de la capital provincial. Ayer sostuvo que el titular del espacio “es Balestrini”, a la vez que advertía que no concurriría al encuentro ni había sido citado. Un pequeño detalle: Bruera no forma parte del Consejo. “Estas declaraciones no hacen nada bien”, advirtió uno de los presentes, que trató de restarles importancia aclarando que “los intendentes que sí son consejeros estuvieron, salvo algunas excepciones”.

Entre las decisiones en las que se avanzó durante la sesión de ayer está la de dar apoyo a la iniciativa de la CGT para otorgar a los trabajadores participación en las ganancias empresarias. “El PJ bonaerense apoya la filosofía del proyecto”, afirmó el diputado nacional y consejero José María Díaz Bancalari. Dijo que “la iniciativa va a ser ampliamente debatida en las siguientes reuniones del consejo partidario”, a las que sería invitado el autor del texto, Héctor Recalde. Tal como había sido acordado en la cita anterior, el próximo congreso se hará en el interior de la provincia: sería el 19 de noviembre, en Mar del Plata.

Por último, se decidió difundir otro comunicado “de repudio por la muerte de Mariano Ferreyra y pedido de esclarecimiento inmediato del crimen y prisión a los responsables, tanto materiales como intelectuales”. Se repasaron los detalles de la campaña de reafiliación masiva que lanzarán antes de fin de año, con vistas a 2011, y se acordó reparar la famosa “casa de Gaspar Campos”, en la que residió Juan Perón al regreso de su exilio español.