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Después de dos días de jornadas multitudinarias, el Foro Social Mundial discurrió por el debate de temas puntuales. En los cuatro predios en los que se llevan adelante las deliberaciones transitaron muchos de los cerca de 80 mil delegados formalmente inscriptos. La posible guerra contra Irak ocupa un lugar destacado en la agenda de los movimientos contra la globalización neoliberal. Esto no fue motivo para que continuaran las preguntas sobre la conveniencia de la presencia de Luiz Inácio Lula da Silva en el Foro de Davos. Más aún luego de que el canciller norteamericano Colin Powell dijera a poco de arribar a Suiza que su país contaba con el apoyo de 12 países para un posible ataque a Bagdad. Algunos de las principales definiciones y actividades fueron:
- Para el actual diputado estadual y dirigente de la izquierda petista, Raúl Pont, “la visita de Lula a Davos es inoportuna porque Davos nunca fue un Foro plural. Ese Foro siempre fue un gran instrumento de difusión del neoliberalismo”. Para el diputado gaúcho, “no hay ninguna razón para que Lula se dirija a un Foro que ya comienza a estar moribundo”.
- Sin lugar a dudas la estrella de mañana será el presidente venezolano Hugo Chávez. Una definición fundante del FSM señalaba que los presidentes no participan del evento, excepto los del país anfitrión. Así fue que Lula fue el primero en disertar, luego de que Fernando Henrique Cardoso se negara. Por eso las actividades de Chávez no se inscriben en las actividades formales del Foro sino que correrán por paralelo.
- “La globalización se transformó en una nueva colonización. En este caso una globalización mediática”, dice el cineasta Fernando Pino Solanas quien participará de un evento por la democratización de los espacios y los medios de comunicación. Solanas reivindica el derecho de los pueblos a acceder a sus propias imágenes y no a estar sometidos al dominio hollywoodense.
- “El acervo de la lucha contra las dictaduras” se llamó la actividad que reivindica el derecho de los pueblos a preservar los archivos de la represión política. El documento final, la Carta de Porto Alegre, sostiene que es un derecho colectivo “conocer a los responsables por los crímenes contra los derechos humanos”.
- La presencia del popular fotógrafo Sebastiao Salgado fue uno de los talleres masivos que ocurrieron en la Universidad Católica Pontificia de Porto Alegre. Salgado presentó su testimonio de vida y comentó cómo fue que abandonó su profesión de economista ante la seducción que en un viaje que realizó com su mujer le dio retratar las caras de los campesinos sin tierra. Sus fotografías tienen una enorme fuerza testimonial y en el año 2001 fue nombrado representante especial de la Unicef. Tiene 10 libros de fotografía publicados y en ellos se destacan los retratos de la vida de las personas excluidos del planeta.
- El uruguayo Rubén Rada hizo delirar a una multitud a la que logró hacer cantar y bailar al ritmo de sus tamboriles. “En mi país la gente siempre se asusta en los finales y terminan votando a la derecha,” dijo a Página/12. “No creo que Lula influya mucho en Uruguay. El mío es un país muy conservador. Por suerte tenemos un Frente Amplio, que es una gran mayoría en Montevideo, pero el uruguayo es un pueblo temeroso a pesar de la garra charrúa. Es el único tema en el que los charrúas no ponen garra.