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Eduardo Duhalde convocará a elecciones nacionales para el 14 de setiembre de 2003. Y hoy mismo iniciará una ronda de consultas con los gobernadores para decidir si se renovará únicamente la primer magistratura o la totalidad de los cargos electivos. Amén de lo que promete ser una difícil negociación, el Presidente se mostró convencido de que el solo anuncio garantiza “orden y previsibilidad” institucional en un país socialmente convulsionado.
La definición de la fecha de los comicios era un tema de preocupación en el Gobierno. Hace tiempo que, por dentro y fuera del PJ, se profundizan las demandas para que se adelanten las elecciones. El gobernador santacruceño, el justicialista, Néstor Kirchner, y la diputada del ARI, Elisa Carrió, son de los que las realizan de manera más airada.
Duhalde se autoproclamó como presidente de la transición. Pero no cree que ésta deba ser de apenas 90 días. “Serían tres meses de caos y anarquía. Duhalde sería peor que un pato rengo”. Pato rengo (laim duck) es una expresión que se utiliza en los Estados Unidos para graficar la debilidad en que se encuentran los presidentes salientes en sus últimos meses de mandato.
“La experiencia de Rodríguez Saá fue suficiente, no podemos dejar que vuelva a suceder eso”, acotó un ministro a Página/12. El ex gobernador puntano había accedido al poder para una transición de 90 días. Estuvo apenas una semana. La crisis se lo devoró.
Poner fecha a una elección es para el Gobierno –además de una garantía de continuidad a un Presidente que jura no ser débil– comenzar un camino hacia la “previsibilidad”, sobre todo en un país donde la cotización del dolar cambia de a segundos y los anuncios económicos se suceden a la velocidad de un rayo. Aunque en Argentina de tiempo que resta hasta el 2003 se asemeje a una era glaciar, Duhalde cree que la decisión de fijar el momento de la elección ordenará los tiempos políticos.
El Presidente ya había dicho que su objetivo era entregar a su sucesor un país “normal” y “en marcha”. Su vocero Eduardo Amadeo se expresó el fin de semana en términos calcados. Duhalde cuenta con el apoyo de la mayoría de los radicales y, especialmente, de aquellos que se comprometieron a darle sustentabilidad política a su gobierno.
Con ese poder pluripartidario trabaja para darle viabilidad a una reforma política que prometió anunciar el viernes. El tema también será conversado hoy, durante el encuentro que mantendrá con los gobernadores. En la tarde de ayer adelantó parte del contenido a José Manuel de la Sota, con quien se reunió para analizar la crisis cordobesa.
El proyecto de Duhalde es más ambicioso de lo imaginado. Además del presidente, en los comicios se podrían renovar todos los cargos electivos (ver nota aparte). Una pista en este sentido la había dado el fin de semana el senador Luis Barrionuevo. “Puede anunciar el término de todos los mandatos”, dijo el sindicalista a un diario catamarqueño.
El secretario privado de la Presidencia, José Pampuro, la principal oreja de Duhalde lo confirmó. “Avanza con fuerza la idea de hacer borrón y cuenta nueva. Que la gente elija todo”, dijo a este diario, seguro que la iniciativa no logra soliviantar a todos. Es que en el Gobierno dan por hecho que habrá resistencia, sobre todo de aquellos legisladores que asumieron en los últimos comicios, el pasado 14 de octubre.