“Yo acompaño muchas de las posturas de Proyecto Sur, pero no comparto la crítica permanente que hace del Gobierno, eso de decir que todo está mal”, dice Delia Bisutti al explicar su más reciente decisión: la legisladora porteña les acaba de anunciar a sus pares de Proyecto Sur que dejará el bloque. Dice que seguirá coincidiendo con ellos en las votaciones para la ciudad, pero que no quiere acompañar el juego que la fuerza que encabeza Pino Solanas está haciendo a nivel nacional: “Tengo una mirada crítica, pero no destructiva”.

En el despacho de Bisutti hay un cuadro de Perón y Evita, un diploma que recuerda el ayuno docente frente al Congreso (Bisutti fue titular de la UTE, el gremio más fuerte de los maestros porteños), una foto en la que aparece abrazada con Lula, pero ninguna señal de su paso por el movimiento del que ahora se está yendo y al que ingresó en las elecciones de 2009, cuando su espacio, Solidaridad e Igualdad (SI), se alió al de Solanas. La legisladora había apostado a que este año Pino fuera candidato a jefe de Gobierno porteño porque, consideraba, era “la chance de que las fuerzas progresistas recuperaran la ciudad” sin quitarle votos a Cristina Kirchner en las elecciones presidenciales. Cortada esa posibilidad, dice que sintió que quedarse era un contrasentido.

–¿En qué puntos le parece exagerada la crítica al Gobierno?

–Tiene que ver con una mirada de lo que viene pasando a nivel nacional. Nosotros, en el SI, venimos acompañando lo positivo y criticando lo malo, pero nunca fuimos anti. Por ejemplo, yo estuve de acuerdo con el veto de la Presidenta al 82 por ciento móvil. No porque no quiera que los jubilados cobren el 82 por ciento, sino porque el debate que se dio en el Congreso sobre el proyecto de ley fue una falta de respeto a todos. La oposición, en realidad, no buscó debatir, sino poner en un aprieto al Gobierno para ver si se animaba a vetarlo. No les interesaba discutir de qué manera se puede llegar a aumentar las jubilaciones. Desde el SI, acompañamos muchas iniciativas del gobierno nacional y criticamos otros aspectos, como la relación con el PJ o la falta de medidas que erradiquen de fondo la corrupción. Si bien el gobierno nacional hoy no representa todo lo que yo quiero, a esa derecha que se aglutina no le quiero dar ninguna posibilidad de ser gobierno.

–¿A dónde se va?

–No me voy a ningún otro bloque, por primera vez en mi vida política voy a estar en un monobloque, aunque eso no es lo mejor, claro. Cuando se hace política, uno quiere estar integrado, generando políticas para las mayorías, pero bueno... dejo un bloque al que le tengo mucho cariño y mucho respeto, pero con el que no tengo la misma mirada política.

–Usted pasó por el Frente Grande y ahora deja Proyecto Sur. ¿Cuál es el punto débil del progresismo?

–Hay mucho ombliguismo, mucho discurso de “hagamos todo juntos”, pero en el momento de tener que renunciar a expectativas personales por el bien común... queremos ir todos juntos, pero vamos todos separados, entonces no ganamos la ciudad ni estamos en el Gobierno.

–¿Con qué fuerzas va a trabajar?

–En la Legislatura se puede coordinar con muchos. Sólo dejo afuera al macrismo y al PJ como estructura. Y a los radicales como partido, porque ya pasé por esa experiencia y no quiero volverla a transitar.

–¿A quién vota en octubre?

–Lo contesto cuando se sepa quiénes van a ser los candidatos.

–¿Y en la ciudad?

–Una posibilidad es el candidato que tiene Proyecto Sur. En el marco de las distintas opciones que está planteando el gobierno nacional hay también sectores con los que hemos trabajo en conjunto. Hay que esperar.

–¿Qué le dijeron sus compañeros de Proyecto Sur?

–Yo estoy dolida y ellos también, porque hemos trabajado en el bloque con miradas de la ciudad muy convergentes. El bloque era una segunda fuerza que desperdició muchas oportunidades de hacer valer ese peso político.