El gobernador de Córdoba develó una de las últimas incógnitas del calendario electoral de este año. Su ministro de Gobierno, Carlos Caserio, anunció ayer que las elecciones en la provincia serán el 7 de agosto. Es decir, se harán el domingo que queda libre entre el ballottage en la ciudad de Buenos Aires –convocado para el 31 de julio– y las primarias obligatorias nacionales del 14 de agosto. Luego de la última elección a gobernador que terminó con escándalo por las denuncias de fraude de Luis Juez, en esta oportunidad se implementará el sistema de boleta única adoptado en la reforma política que se votó en la provincia el año pasado.

“No tuvimos en cuenta nada, se eligió el 7 de agosto como se podría haber elegido otra fecha. No se hizo por ninguna circunstancia. Lo que sí teníamos claro era que se iba a votar con la reforma política. Con respecto a los tiempos, hoy las campañas son cortas para todos”, explicó el ministro Caserio en la rueda de prensa.

Schiaretti demoraba tanto la convocatoria que incluso ya se había empezado a especular con la posibilidad de que resolviera unificarla junto a las nacionales de octubre, para aprovechar el repunte de la imagen presidencial. Sin embargo, la espera era sólo por cuestiones de la interna del peronismo cordobés. Pero una vez que Mauricio Macri anunció la convocatoria porteña y dejó a Córdoba como el último distrito grande sin definir, resolvieron no demorar más el anuncio para no pagar costos políticos ante los reclamos de la oposición.

Caserio manifestó que, a partir de la convocatoria, “serán las autoridades judiciales de la provincia de Córdoba las que instrumenten los pasos a seguir para el acto electoral”. El ministro aprovechó para pasar un anuncio: “Ojalá que este proceso electoral sirva para seguir ratificando el crecimiento de la provincia”, sostuvo.

De acuerdo con las especulaciones previas, Schiaretti elegiría agosto porque tiene previsto una generosa agenda de inauguración de obras públicas durante junio y julio. En paralelo, supuestamente también en junio, el candidato del justicialismo, José Manuel de la Sota, lanzará su campaña con todo. Hasta ahora, el ex gobernador viene manteniendo un perfil muy bajo, más allá de los carteles pegados por toda la provincia que anuncian a “José Manuel” como candidato.

Con el plan de inauguración de obras intensivo, en el oficialismo esperan mejorar su imagen en la capital provincial, distrito que concentra más del 40 por ciento del electorado y donde es fuerte Luis Juez, ex intendente y candidato del Partido Nuevo. Según una encuesta difundida la semana pasada por el diario La Voz del Interior, Juez obtiene el 42,8 por ciento de intención de voto en Córdoba capital, mientras que De la Sota y el radical Oscar Aguad aparecen parejos, pero unos 20 puntos por debajo. Debido a este panorama, el intendente capitalino, el kirchnerista Daniel Giacomino, podría resolver desdoblar a su vez las elecciones municipales de las provinciales.

Juez se mostró contento por la fecha elegida por Schiaretti. “Es maravilloso, porque es el día de San Cayetano y lo va a hacer trabajar a De la Sota”, ironizó. Además insistió en reclamarle “reglas de juego claras” al gobernador. En cambio, al radical Aguad no le gustó, aunque utilizó un argumento extraño. “No es la mejor fecha porque todo el mes de julio se juega la Copa América. ¿Quién le va a prestar atención a la campaña?”, se preguntó Aguad.

La gran novedad de la elección cordobesa será la implementación del sistema de boleta única con lo que, explicó Caserio, no habrá cuarto oscuro. Sólo una mesa en la que los electores marcarán con una cruz su preferido. “Usted cuando llegue a la mesa le van a dar una única boleta, allí va a marcar al candidato y listo”, graficó.

Por otro lado, el ministro de la Gobernación aclaró que Unión por Córdoba –el sello que utilizan Schiaretti y De la Sota– cumplirá con otro de los aspectos de la reforma política sancionada en 2010 y dejarán de inaugurar obras públicas 15 días antes de las elecciones.