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Luego de diez años, un canciller de Italia visitó la Argentina. El ministro Franco Frattini fue recibido ayer por la presidenta Cristina Kirchner en la Casa Rosada con el objetivo declarado de “relanzar” el vínculo bilateral, que en los últimos años sufrió diversos contratiempos. En ese sentido, Frattini aseguró que existe un “espíritu de confianza” en su país para solucionar el conflicto con los bonistas que no entraron en el canje de la deuda. En una muestra de esa buena voluntad, Frattini anunció que Italia pondrá a disposición la información de sus consulados sobre la represión de los ’70. Además, Cristina Kirchner visitará Italia en junio, cuando se reunirá con el presidente Giorgio Napolitano, el primer ministro Silvio Berlusconi y para participar de la Bienal de Venecia.

“Este encuentro sirve para el relanzamiento de las relaciones bilaterales”, expresó el canciller Héctor Timerman en la conferencia de prensa que dieron ambos ministros en el salón de Pensadores y Escritores Argentinos en la Casa Rosada. En total, se firmaron doce acuerdos “que van desde el comercio a temas nucleares, ciencia, tecnología y financiamiento de las pymes”, detalló el ministro argentino. Añadió que entre las coincidencias que vienen mostrando los gobiernos en los últimos tiempos están “muchos aspectos de política para los foros del G-20 y otros en los que trabajamos de forma conjunta”.

El vínculo bilateral se dañó principalmente por la situación de los bonistas italianos, el grupo más numeroso y conflictivo de los que sufrieron las consecuencias del default de 2001. Muchos de ellos no aceptaron plegarse al canje ofrecido por el gobierno argentino y siguen litigando a la espera de una solución que los satisfaga. Obviamente, los funcionarios italianos se sienten obligados a presentar un reclamo cada vez que se cruzan con autoridades argentinas. “La voluntad común es seguir trabajando para buscar una posible solución”, fue la fórmula que utilizó Frattini cuando lo consultaron.

Otro de los problemas, más reciente, es la situación de las tarifas eléctricas, que generó conflictos entre el gobierno y Edesur, controlada por una firma italiana. Los empresarios se quejaron por la falta de actualización del cuadro tarifario, pero el Gobierno amenazó con rescindirle el contrato luego de los apagones a fines de 2010. Frattini consideró la situación superada y subrayó que recientemente la controladora de Edesur prometió un aumento del 30 por ciento de las inversiones. “Es una señal de confianza para el mediano y largo plazo”, sostuvo.

El acuerdo más llamativo de los firmados es ése por el cual Italia pone a disposición toda la información que se encuentra en sus consulados y en la embajada italiana sobre la represión durante la dictadura militar. “El drama de los desaparecidos, sobre el cual la Presidenta está trabajando para llegar lo más rápido posible a la verdad. Todos los datos que tenemos van a estar disponibles también para las autoridades argentinas”, remarcó Frattini.

El acuerdo lo firmará la Presidenta con el gobierno italiano en su visita en junio.