EL PAíS › CHICHE DUHALDE, AL FIN, EN UN ACTO JUNTO A KIRCHNER Y SOLA

No dijo sí, pero posó para la foto

La primera dama acompañó a los candidatos oficialistas a presidente y gobernador en un acto en Florencio Varela. Aunque no habló, su presencia fue traducida como un espaldarazo a ambos.

 Por Diego Schurman

No fue como novia sino como amiga. Chiche Duhalde apareció anoche junto a Felipe Solá y Néstor Kirchner en un acto de campaña, en la localidad bonaerense de Florencio Varela. Se convirtió así en el primer espaldarazo de la primera dama a los candidatos a gobernador y presidente después de negarse a acompañarlos como vice en sus respectivas fórmulas.
La participación de Chiche fue resuelta anteanoche en Gobierno. Y su presencia era augurada especialmente por Solá. A la mujer del Presidente le adjudica el don de sedar a la tropa rebelde del duhaldismo bonaerense, lo que en la jerga política suelen traducir como la capacidad para “alambrar” la provincia.
La foto de Kirchner, Solá y Chiche debía producirse en Lanús, hace dos semanas, ya como compañera de fórmula del gobernador. Pero el plantón de la Coordinadora de Políticas Sociales, que desistió de ser candidata, produjo un tembladeral no sólo en el PJ bonaerense sino también en el Nacional, ya que la decisión también salpicó al santacruceño.
Oficialmente, se dijo que la primera dama fue invitada a Florencio Varela porque allí, cuando era titular del Consejo de la Mujer provincial, lanzó el Plan Vida. Esa iniciativa, y el histórico programa de manzaneras, fueron aludidos –y aplaudidos– en varias oportunidades durante el acto, al que concurrieron miles de personas.
De todos modos, cerca de la primera dama se aseguró que tendrá nuevas participaciones en actos del distrito. “Ella sabe que en su territorio puede movilizar, sobre todo a los sectores bajos, y va a hacer todo el aporte necesario para que Solá y Kirchner ganen las elecciones.”
Encuestas en manos, el duhaldismo cree fundamental la presencia de Chiche: sus dirigentes aseguran que en algunos casos su intención de voto –pese a que está fuera de competencia– figura por encima de la del propio Solá, aunque todavía por debajo de Aldo Rico y Luis Patti, los dos predicadores de la mano dura.
El primero salió a las pistas con un auto de la escudería de Adolfo Rodríguez Saá. El comisario denunciado por torturador dice ser independiente pero no desdeña la posibilidad de una alianza con el menemismo. De hecho, ayer mantuvo un encuentro con el candidato a vice de Menem, el salteño Juan Carlos Romero.
Chiche, la mujer que le dijo “no” al hombre al que las mujeres nunca le dicen –o más bien le decían– que “no”, se mostró a gusto en el palco junto a funcionarios y dirigentes provinciales y locales. Del Gobierno se mostraron el secretario general de la Presidencia, José Pampuro, y los ministros Aníbal Fernández, de la Producción, y Graciela Giannettasio, de Educación.
Fernández es también aspirante a vice de Solá, un cargo por el que compite con los intendentes Alberto Balestrini (Matanza) –también presente en el acto– y Julio Alak (La Plata) y el diputado José María Díaz Bancalari.
Del acto de anoche, el ministro de la Producción salió corriendo para uno propio en Quilmes, su distrito, para un acto con los precandidatos a intendentes Sergio Villordo, Daniel Gurzi, Edith Llanos y Ariel Bussich.
La perla: se anunció allí la presencia del empresario Francisco de Narváez, quien supo trabajar con Mauricio Macri y se sumaría al proyecto presidencial de Kirchner.
La aparición pública de Chiche fue, de todos modos, la noticia del día, aunque la sorpresa fue más para las miles de almas que se congregaron debajo del palco que para los que estaban arriba. Tanto Solá como Kirchner sabían de antemano de su presencia. Y de eso conversaron en un aparte que mantuvieron en la municipalidad, poco antes de compartir el auto que los trasladó al acto.
El cortocircuito entre ambos se produjo días atrás cuando Solá se animó a sugerirle que ponga al secretario de Turismo, Daniel Scioli, como su compañero de fórmula, a lo que Kirchner le contestó, no sin un dejo de fastidio, con una recomendación: que se dedicara a gobernar la provincia y a hablar menos.
El acto fue sobrio y descubrió discursos medidos. Giannettasio, local en el distrito, ofició prácticamente de presentadora. El intendente Julio Pereyra se dio el lujo de ser protagonista del lanzamiento de un segundo candidato a presidente en menos de seis meses. Es que Florencio Varela fue el debut bonaerense de José Manuel de la Sota cuando fugazmente el duhaldismo había decidido jugar sus fichas por el cordobés.
Después fue el turno de Solá y el cierre quedó para Kirchner. Chiche, calladita, aportó su cara y lo que ella significa para la foto, que no es poco.

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Kirchner bate palmas; Chiche sonríe; Solá, con un pibe en los brazos. Alegría de campaña.
 
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