SOCIEDAD › CASAFUS VS. ROMERO VICTORICA EN EL CASO BELSUNCE
Las dudas sobre Carrascosa
Por Horacio Cecchi
“Parece ser que (Angel) Casafús no recuerda el diálogo que tuvo conmigo.” Quien ironizó sobre la falta de memoria del titular de la Brigada Antisecuestros es el fiscal de Casación Juan Martín Romero Victorica. Se refería al diálogo telefónico que ambos mantuvieron horas después del asesinato de María Marta García Belsunce. Según aseguró el fiscal, Casafús le preguntó sorprendido: “¿Qué, doctor, usted también sospecha del marido?”. Romero Victorica además sostuvo que “al Gordo (Carlos Carrascosa) todos lo conocen como un gordo bueno, pero uno nunca sabe cuando un hombre puede hacer click”. Las miradas de algunos familiares de María Marta parecen converger sobre el mencionado Gordo. Al menos así parece desprenderse de las declaraciones de Romero Victorica, amigo de Horacio García Belsunce. Casafús había negado ante el fiscal Diego Molina Pico haber dicho lo que Romero Victorica dijo que dijo. “O se equivoca o miente”, afirmó el comisario.
“En el momento en que hablamos, él (Casafús) tenía hechos muy graves, secuestros extorsivos”, ironizó Romero Victorica. Lo curioso es que el fiscal de Casación es amigo declarado de Horacio García Belsunce, quien lo llamó pidiendo ayuda tras las sospechas de su medio hermano, John Hurtig. Resulta difícil apartar las declaraciones de Romero Victorica de una especie de putsch interno familiar que siembra dudas sobre la actuación de Carrascosa.
Página/12 ya había anticipado en exclusiva una suerte de ruptura en el frente familiar: de aquellas conversaciones se desprendían sospechas sobre el Gordo. Ahora, esas sospechas parecen haber encontrado la forma de fluir hacia la superficie en forma indirecta, posándose en la boca del amigo de Horacito.
La hipótesis de que parte de la familia sospecha de Carrascosa –o piensa que sabe más de lo que dice saber–, pero no tolera o no puede decirlo públicamente, se incrementó cuando Romero Victorica acentuó las dudas. “Yo no tenía ningún indicador para sospechar del Gordo, a quien he visto dos veces en mi vida”, agregó el fiscal de Casación, dejando la evidencia de que no se quemaría las manos por el sospechado. Y agregó: “No obstante, toda la familia dice que es un gordo bueno, inofensivo, nada violento, que llevaba 30 años de matrimonio pacífico. Pero uno nunca sabe cuando un hombre puede hacer un click, así que fuera de sospecha no puede quedar nadie”.
Al margen de la certeza o no del diálogo, ayer, la masajista Betty Michelini, a través de su abogado Eduardo Ludueña, pidió a Molina Pico que le tomara declaración indagatoria. Hoy, abriendo un nuevo capítulo, o intentando extenderlo, los abogados José Scelzi y Marcelo Nardi, defensores de los familiares imputados por encubrimiento, presentarán la apelación a la resolución de Barroetaveña que confirmó a Molina Pico en la investigación.